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Despoblación

La 'Laponia' valenciana cae a su nivel más bajo de población en dos décadas

En los últimos 20 años el Rincón de Ademuz ha perdido una cuarta parte de sus habitantes y els Ports y l'Alt Maestrat, casi un 20 % de sus vecinos

Una calle de Ademuz, la capital del Rincón de Ademuz. germán caballero

Las seis comarcas más envejecidas del interior de la Comunitat Valenciana, donde más del 25 % de la población está por encima de los 65 años, cayeron en 2017 a su nivel más bajo de población de las últimas dos décadas. A uno de enero del pasado año -últimas cifras oficiales del Padrón que ofrece el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) - tanto el Alto Mijares como l'Alt Maestrat, els Ports, el Rincón de Ademuz, la Serranía y el Valle de Cofrentes-Ayora alcanzaban sus peores cifras de habitantes desde 1996.

Estas seis demarcaciones ocupan más de una quinta parte (el 22,2 %) del territorio de la Comunitat Valenciana: 5.152 de un total de 23.254,47 km2. Suman una superficie similar a la de Cantabria y si fueran una provincia serían la 42 en tamaño al superar a La Rioja, Illes Balears, Pontevedra, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Álava, Vizcaya y Guipúzcoa.

Sin embargo, en sus 77 municipios apenas hay empadronados 43.515 habitantes, el 0,9 % de la población valenciana. Su densidad media de 8,4 personas por km2 se considera técnicamente un desierto demográfico (menos de 10 habitantes/km2).

El epicentro de la despoblación

Dentro de este territorio las tres comarcas más azotadas por la despoblación son el Rincón de Ademuz, el Alto Mijares, l'Alt Maestrat y els Ports. Entre 1996 y 2017 el Rincón ha perdido cerca de una cuarta parte de sus habitantes, el 24 %. El primer día de 2017 sus siete municipios sumaban 2.289 vecinos empadronados, 724 menos que los 3.013 habitantes con que contaban el uno de enero de 1996.

En l'Alt Maestrat y els Ports el censo ha menguado en ambos casos cerca de una quinta parte al caer un 19,8 % y un 18,4 % respectivamente. Los 9 municipios de l'Alt Maestrat han perdido 1.699 habitantes en las dos últimas décadas, pues en el arranque de 1996 sumaban un total de 8.571 y ahora no llegan a los 7.000 al caer hasta los 6.872 vecinos. En els Ports el Padrón se ha reducido en 998 habitantes, pues en 1996 la comarca más septentrional de la Comunitat contaba con 5.432 empadronados y ahora tiene 4.434.

En el Alto Mijares, la comarca más envejecida con uno de cada tres de sus vecinos (33,3 %) por encima de los 65 años, la pérdida de población ha sido menor que en las tres anteriores con un descenso del 11,2 % en estas dos décadas. Los 22 municipios de esta comarca empezaron el año pasado con 3.743 vecinos, 471 menos que los 4.214 que tenían en 1996.

También han sido ostensiblemente menores las pérdidas de habitantes de las otras dos comarcas con la población de más edad, la Serranía y el Valle de Cofrentes-Ayora, donde en 20 años el número de habitantes se ha reducido un 5 % en cada caso. Así, los 19 municipios de la Serranía han perdido en dos décadas 932 habitantes y 537 los siete del Valle. Esto ha hecho que la Serranía haya caído por debajo de los 17.000 vecinos y la región de Cofrentes-Ayora ya no alcance los 10.000.

Como recoge el periodista de Levante-EMV y escritor Paco Cerdà en su libro Los últimos. Voces de la Laponia española (Pepitas de Calabaza ed. 2017) el despoblado y envejecido interior de las provincias de València y Castelló forma parte de la llamada Laponia del sur o Serranía Celtibérica, un territorio montañoso y mal comunicado con 1.355 pueblos, la mitad de ellos de menos de 100 habitantes, que se extiende por 10 provincias (Soria, Teruel, Guadalajara, Cuenca, València, Castelló, Zaragoza, Burgos, Segovia y La Rioja) y donde apenas viven medio millón de personas.

La densidad media de habitantes por kilómetro cuadrado de esta macroregión de 63.000 km2 que triplica la superficie de la Comunitat Valenciana es de solo 7,3 habitantes por kilómetro cuadrado. Aparte de la fría Laponia finlandesa, con solo dos habitantes por km2, no hay otro rincón tan vacío en toda Europa.

Els Ports con no llega a 5 habitantes por kilómetro cuadrado, el Rincón de Ademuz con poco más de 6 y el Alto Mijares con 5,6 están entre las densidades más bajas de dicha Laponia del sur.

«Demotanasia» interior

Cerdà, en su recorrido invernal de 2.500 kilómetros por este vasto desierto demográfico hace una relato magistral de la llamada demotanasia, la desaparición lenta y silenciosa de la población y la cultura de un territorio.

Las seis comarcas de la Laponia valenciana replican un patrón que es la crónica de una muerte anunciada: un territorio montañoso mal comunicado (ninguna de ellas tiene ni un kilómetro de autovía o de ferrocarril), población envejecida sin apenas niños (menos del 12 % de sus habitantes) que no garantiza el relevo generacional...

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