Cada sábado por la mañana se levantan temprano, cogen unas bolsas de plástico y unos guantes y se marchan a recorrer las carreteras de las inmediaciones de Benissanó, Benaguasil y la Pobla de Vallbona en busca de basura. Se trata de una decena de personas que desde hace alrededor de dos años dedican las primeras horas del fin de semana a limpiar de desechos los caminos de los alrededores de sus pueblos. Han formado un club con el nombre de «Cunetes Netes», y hacen un llamamiento para que se les unan más vecinos. Ellos son los centinelas de las cunetas limpias del Camp de Túria.

Habitual deportista, Carles Xavier Subiela tomó esta idea en una de sus carreras de entrenamiento matutinas. Tras ver cómo se acumulaban los desechos junto a las vías interurbanas, pensó que él mismo podía hacer algo para evitarlo. Así, junto a un grupo de amigos formó un equipo que, según él reconoce, recoge todas las franjas de edad posibles: «Desde los 20 hasta los 70». Todos ellos con un objetivo común: ayudar a preservar el medio ambiente local.

«Nos encontramos muchas bolsas de plástico, colillas, restos de gente que ha vaciado ceniceros, cartuchos de escopeta que se los ha llevado el viento, restos de animales muertos, bolsas con excrementos de animales...», explica Subiela. Desechos todos ellos que, gracias a la labor de «Cunetes Netes» acaban ahora en los contenedores de residuos adecuados. No obstante, Subiela advierte de que últimamente se están habituando a un nuevo tipo de basuras: los escombros y vertidos ilegales de obras. «Un día llegamos a coger una camioneta para poder recogerlo», señala. Las brigadas de limpieza de estos caminos llegan a estos lugares tras amplios períodos de tiempo. Hasta entonces, este grupo de vecinos está pendiente de que las cunetas permanezcan lo más limpias posible.