Una vez los trabajos de identificación de ADN de los restos localizados en la fosa 113 del cementerio de Paterna, una de las más grandes del camposanto, están en la recta final, el ayuntamiento está preparando el camino para los restos que no sean reclamados por las familias. Por este motivo, ha decidido financiar la construcción de un mausoleo en el espacio que ahora ocupa la fosa, en el que podrían depositarse los cuerpos de las personas represaliadas por el franquismo que fueron a parar a ese enterramiento, en los correspondientes receptáculos, de forma que en el futuro puedan recuperarse si aparecieran los descendientes y lo desearan.

El gobierno local ha adoptado esta decisión después de consensuarla con la Diputación, que ha financiado con unos 124.000 euros la exhumación de la fosa, y con las familias de las personas represaliadas.