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Medida

El Circuit limita a 91 decibelios la emisión de ruido para evitar molestias a los vecinos

El complejo de Cheste obligará a incorporar silenciadores a los coches y motos excepto en los días de competición

Gran Premio de Motociclismo de la Comunidad Valenciana. Eduardo Ripoll

El Circuit Ricardo Tormo de Cheste quiere ponerle coto al ruido fuera de las jornadas declaradas como «deportivas». Para ello ha aprobado una normativa interna que servirá para reducir las molestias de los vecinos de las urbanizaciones colindantes con el circuito. Entre otras medidas, obligará a incorporar silenciadores a aquellos coches o motos que utilicen la pista en días ordinarios en caso de que generen un ruido superior a los 91 decibelios, precisamente el mismo límite que permite la normativa europea para el tráfico en la calle.

De este modo, la dirección del circuito, encabezada por Gonzalo Gobert, trata de dar respuesta a década y media de quejas de unos vecinos que, este mismo año, articulados por la Agrupación de Entidades Extrarradio de Chiva, habían denunciado las molestias generadas por el Circuit ante el Síndic de Greuges. Hasta ahora, el circuito no había tomado medida alguna para hacer frente a estos problemas gracias a las distintas exenciones otorgadas por el Consell. Y eso pese a que en 2004 el Área de Calidad Medioambiental emitió un informe con medidas correctoras para corregir estos problemas.

Ahora, con esta normativa interna y el proyecto de un edificio multifuncional en la curva número 14, que ayudará a aislar a las urbanizaciones de la contaminación acústica generada por el ruido de la instalación, parece que tanto el Circuit como la Dirección General del Deporte de la Generalitat han decidido tomar cartas en el asunto.

Actividad al margen de los eventos

A lo largo del año, el recinto de Cheste alberga diferentes acontecimientos deportivos, de los que la prueba reina es el Gran Premio de la Comunidad Valenciana del Mundial de Motociclismo. Sin embargo, el circuito no sólo se emplea durante esas jornadas. Diariamente se celebran allí entrenamientos, pruebas de potencia de los vehículos o vueltas en la pista por simple ocio de algunos usuarios. Es precisamente este uso diario del circuito el que provoca la mayor parte de las molestias. Por eso, las medidas aprobadas ahora por la dirección del complejo van encaminadas a rebajar las incomodidades del ruido en esas jornadas ordinarias.

Así, como principal norma, excepto durante las competiciones o los eventos declarados como deportivos, los vehículos que circulen por las pistas del complejo -tanto la principal como la minipista- deberán disponer de silenciadores si superan los 91 decibelios.

En cuanto a las otras normas aprobadas, el circuito ha fijado un horario de actividad general de 8 a 20 horas, fuera del cual no se podrá emitir ruido de motores. E incluso se ha reducido el período de actividad de la minipista donde entrenan las escuelas, donde los sábados sólo se podrá circular de 9 a 15 horas. Mientras, los bancos de potencia solo se podrán emplear de 10 a 15 horas de lunes a viernes, y se prohibirán durante los fines de semana, a no ser que se esté celebrando una competición deportiva durante esos días.

El circuito también ha anunciado que ha habilitado un canal permanente de comunicación con los vecinos para que éstos puedan alertar de cualquier molestia para actuar así lo más rápido posible contra el problema, e instalará cuatro estaciones de medición de nivel de ruido tanto en el interior del complejo deportivo como en sus alrededores.

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