Huía saltando por los tejados tras ser sorprendido in fraganti mientras robaba en una vivienda en Chiva, pero al final la Guardia Civil de este municipio, con la colaboración de la Policía Local, pudo detener a un hombre al que, además, se le atribuyen al menos once hechos delictivos. Todos ellos relacionados con robos y hurtos en viviendas y vehículos que estaban dentro del casco urbano de Chiva.

La operación para lograr la detención de este hombre, denominada «Litre», se inició el pasado mes de enero con la intención de localizar y detener a los autores de estos hechos delictivos.

El detenido, al parecer, cometía los delitos a plena luz del día e incluso con personas en el interior de la vivienda. Además, llegaba a portar arma de fuego simulada y arma blanca, aunque no hizo uso de ellas en ningún momento, señalaron fuentes del Instituto Armado.

El pasado día 12 de junio, los agentes procedieron a la detención de este varón de nacionalidad española y 40 años de edad como responsable de un total de 11 delitos de robo con fuerza en viviendas y establecimientos, robo en el interior de vehículos, daños y estafa. El presunto autor de los delitos fue sorprendido in fraganti cometiendo un robo en una vivienda del casco urbano de Chiva a plena luz del día. Fue detenido cuando saltaba de tejado en tejado, y se le intervinieron un arma simulada, cuatro cartuchos una ganzúa, una linterna, unas tijeras y un arma blanca.

Vivía cerca del lugar de los robos

Fruto de la investigación, los agentes pudieron constatar que se trataba de una persona con antecedentes policiales por delitos de robos y hurtos contra la propiedad. Ese era su medio de vida. El detenido actuaba sólo, normalmente durante la tarde o noche, para la comisión de hechos delictivos, todos ellos próximos al lugar donde vivía. Una vez cometía los hechos, este individuo se escondía rápidamente en su domicilio con el botín de sus robos, con la finalidad de eludir a los agentes y los vecinos. No obstante, tras cometer los robos, trataba de deshacerse rápidamente de los efectos sustraídos para no levantar sospechas. La cantidad de dinero, objetos sustraídos y daños causados, asciende a más de 2.000 euros.

La Guardia Civil ha intervenido además las diferentes herramientas que usaba el autor de los hechos para forzar y fracturar las puertas, rejas y ventanas de las casas de campo, chalés y viviendas a los cuales accedía.