El conflicto por el agua, o mejor por garantizar el suministro futuro de recursos hídricos de calidad a la población, los polígonos y los regantes, acaba de estallar en Chiva. AVA-Asaja recibió ayer con escepticismo y sorpresa el anuncio del alcalde de esta población valenciana, Emilio Morales (Compromís), que emitió un comunicado el miércoles en el que sostiene que el Ayuntamiento de Chiva «ha finalizado la redacción del proyecto de tubería que permitirá llevar agua potable a las urbanizaciones del término municipal». Esta solución técnica supone construir una tubería con varios ramales de unos 22 kilómetros de longitud que llevaría agua potable desde el depósito de La Pahílla a los diferentes depósitos que alimentan a las urbanizaciones que hoy no disponen de suministro para consumo humano: Olimar, Carambolo, Atalaya de Levante, Altamar, Casa Parra, El Bosque, Sierra Perenchiza y Calicanto. Como publicó Levante-EMV en su edición de ayer, «se estima que el coste de la obra será de 4 millones de euros, y en cuanto se tenga la financiación para lograr costear la misma se licitarán las obras». Si todos los plazos se cumplen, «a lo largo de 2019, las urbanizaciones de Chiva tendrán agua potable y apta para consumo humano».

Ahora bien, este proyecto no contenta a los agricultores que tienen su propia alternativa técnica. AVA-Asaja solicitó ayer que todos los grupos políticos con representación en el ayuntamiento de Chiva «apoyen sin fisuras el proyecto hídrico elaborado por la comunidad de regantes» de esta localidad porque se trata de «una iniciativa excelente que favorecerá tanto el desarrollo agrario de la zona como el abastecimiento de agua para el consumo humano de la población». Chiva y otros pueblos colindantes de la Hoya de Buñol arrastran desde hace tiempo graves problemas de falta de agua y de calidad de la misma. Esta coyuntura negativa ha llevado a la citada comunidad de regantes «a diseñar un plan basado en la extracción de nuevos aportes de un enclave donde se ha localizado un nuevo acuífero con capacidad para proporcionar recursos renovables cuantificados en 4 hectómetros cúbicos». El presidente de la comunidad de regantes y delegado de AVA-Asaja en Chiva, Pablo Boullosa, explicaba que este proyecto no sólo complementaría los recursos hídricos, muy agotados ya, del acuífero del que actualmente se nutren distintas localidades de esta área, «sino que permitirá consolidar y potenciar el desarrollo agrario de la zona». Además, la propuesta «incluye el ofrecimiento de 1 de los 4 hectómetros que se extraerían del nuevo acuífero para consumo de la población de Chiva». «Por tanto -señala Boullosa- el beneficio sería doble, todo son ventajas».

Sin embargo, este plan choca con algunas reticencias «por parte de determinados partidos políticos de la corporación de Chiva». En este sentido, también se ha puesto sobre la mesa, y se ha esgrimido como alternativa al programa de la comunidad de regantes, «el proyecto hídrico de la potabilizadora de Manises promovido por la Emshi».

«Los recursos hídricos que proporcionaría este último proyecto -comenta Pablo Boullosa- se destinarían al abastecimiento humano y a usos industriales, pero no está previsto que llegue ni una sola gota de agua al sector agrario; por eso los regantes ya hemos expresado que estamos dispuestos a llevar a cabo nuestro propio plan porque los agricultores necesitan agua y porque además también podrá beneficiarse del mismo el conjunto de la población», concluyó.