El barco del Batà, cuya travesía comenzó hace un par de años, ha acabado encallando contra Puerto Mediterráneo y no podrá tocar la costa al final de la legislatura. Compromís per Paterna anunció ayer que hoy mismo formalizará su salida del gobierno que mantiene con PSOE y Paterna Sí Puede. El detonante ha sido que el alcalde Juan Antonio Sagredo ha firmado un decreto que da inicio al proyecto de área comercial en les Moles y remite el expediente a las consellerias de Medio Ambiente y de Vertebración del Territorio para que realicen el Informe de Evaluación Ambiental Estratégica necesario para el desarrollo del sector terciario. La actuación significará la reclasificación de 1,5 millones de metros de suelo rústico.

El decreto lo firmó Sagredo el 20 de agosto. Compromís se percató por el registro de salida de documentos hacia conselleria. Semanas antes, y tras la presentación por parte de la promotora del nuevo diseño del macroproyecto, el concejal de Urbanismo, Carles Martí, advirtió al alcalde de que no movería un dedo para que la actuación saliera adelante. Sagredo respondió que él mismo lo haría. Compromís lanzó un órdago: «Eso significará el fin del Batà». Y hoy se baja el telón del tripartito.

El hasta ahora teniente de alcalde Juanma Ramón y el propio Martí relataron los hechos y sus consecuencias. Acusaron a Sagredo de «irresponsabilidad» por actuar «a espaldas» de un socio de gobierno y «usurpando» sus competencias en materia urbanística para «hacer un traje a medida para un promotor». La formación valencianista siempre ha estado en contra de Puerto Mediterráneo. Nunca lo ocultó. «Destroza el medio ambiente, afecta a la economía local y contraviene el programa del Batà y del Botànic», apuntó.

Pero la traición que denuncia Compromís de su compañero de viaje ha dolido más. «Que el alcalde actúe de tapadillo, a nuestras espaldas y sin un debate interno, autorizando un proyecto que rechazamos de plano es una forma de expulsarnos del Gobierno». Pese a que en estos dos años han vivido momentos tensos, «siempre los hemos dejado a un lado por la responsabilidad asumida de cambiar el modelo de Paterna», admitió el concejal. Pero este último incidente no ha pasado el corte. «Sagredo quiere el proyecto llueva o truene, y sabe que nosotros no. Esa es la diferencia. Y hasta aquí hemos llegado. No sé qué precio está dispuesto a pagar a cambio de Puerto Mediterráneo», advirtió el concejal.

Ramón reveló que la dirección del partido estaba al tanto y por lo tanto contaba con su apoyo. «Solo espero que la irresponsabilidad y la grave acción de Sagredo no acabe afectando al Botànic», dijo Ramón. De cara al futuro, descarta una moción de censura con el apoyo de PP y tránsfugas, y no teme a posibles represalias en forma de cese de asesores o pérdida de dedicación exclusiva, pese a los antecedentes. «Solo temo que este caso no se convierta en la nueva tasa de basura de Borruey, suegro de Sagredo, que provocó la victoria del PP en 2007», avisó. Por su parte, el gobierno socialista de Paterna, en un escueto comunicado, lamentó la salida del ejecutivo de Compromís, de la que dijo que se enteró por la prensa, al mismo tiempo que le agradece estos meses de trabajo, aunque admitió que el «trayecto compartido no ha sido fácil».

Los socialistas despejaron los nubarrones sobre el gobierno que ahora comandarán en una minoría de solo seis ediles, al anunciar que seguirán trabajando «por el progreso de Paterna en solitario, tal y como ya hicieron durante el primer año y medio de legislatura».

Asimismo, sostienen que mantendrán su hoja de ruta «para seguir mejorando y transformando Paterna, apostando por el fomento del empleo, la dinamización económica y la mejora de infraestructuras y servicios municipales, entre otras cosas, para hacer de Paterna el municipio de referencia en el que se está convirtiendo no sólo a nivel empresarial sino también cultural, social y de seguridad».

Paterna Sí Puede, socio del Batà sin carteras, entiende «desde ahora roto el consenso y la oportunidad de finalizar una legislatura con una ciudad mejor y cumpliendo las promesas electorales». En este sentido, la portavoz Beatriz Serrano explicó que la participación de la formación morada se basaba en «apoyar el Pacte del Batà y si ya no existe, no tiene sentido estar».