Los vecinos del Montgó en Dénia viven asustados. Han denunciado que los okupas han tomado la urbanización sin acabar de la Siesta y que, para espantar al vecindario, han soltado tras las vallas del residencial a cuatro perros peligrosos (dos son pitbull). Aseguran que, cuando pasean por las calles de la zona, los canes corren hasta la vallas y desde dentro les ladran y asustan. Los residentes afirman que la presencia de los okupas les intimida y acrecienta la inseguridad en esta partida de Dénia.

El presidente de la asociación Veïns del Montgó, Mario Vidal, denunció ayer que los okupas se habían apoderado de nuevo la urbanización La Siesta y que existe un «efecto llamada» y cada vez se instalan aquí ilegalmente más familias. El problema no es nuevo. En 2014, la policía desalojó a los okupas que hacían vida en los apartamentos y adosados sin acabar. Luego el ayuntamiento logró desbloquear la fianza de 1,2 millones que la promotora había depositado en un banco y pudo cerrar con un muro perimetral las viviendas. Pero en los últimos meses se han vuelto a colar nuevos okupas. Han metido dentro de la urbanización incluso coches; algunos están medio desguazados y hay un automóvil de época.

Mario Vidal aseguró que estos nuevos okupas son «más peligrosos». Este diario acudió ayer a la urbanización y constató que los vecinos viven asustados. Aseguraron que, en efecto, están llegando más familias y que hay incluso menores. Indicaron que las discusiones y los gritos son habituales y advirtieron de que los canes que están sueltos dentro de la urbanización y que son de razas potencialmente peligrosas tienen un comportamiento muy agresivo. Temen que se escapen y ataquen a los viandantes.