La Conselleria de Medio Ambiente ha comenzado a retirar las alrededor de 2.000 toneladas de neumáticos -según la estimación realizada por el ingeniero municipal de Chiva-, que yacen abandonados desde hace al menos dos años en una parcela del polígono industrial de la Pahílla, en el término municipal de Chiva.

Precisamente, el pasado mes de junio la Fiscalía Provincial de València reclamó el consistorio chivano que tomara medidas urgentes para limpiar este depósito ante el alto riesgo de que se produzca un gran incendio, más si cabe con el precedente del fuego que arrasó en 2016 el mastodóntico vertedero de Seseña, que albergaba en sus instalaciones 100.000 toneladas de neumáticos, y que provocó el desalojo de miles de vecinos.

La existencia de este depósito de neumáticos se remonta a hace más de 15 años, según informaron fuentes municipales, aunque tienen constancia de que dejó de tener actividad hace ahora algo más de dos años.

En una primera valoración realizada por la Fiscalía, se calculaba que la parcela, de unos 7.000 metros cuadrados, albergaba alrededor de 35.000 neumáticos, lo que supondría un peso de aproximadamente 245 toneladas. Sin embargo, la última estimación topográfica realizada por el ingeniero municipal de Chiva advierte de que la cifra es mucho mayor y que alcanzaría las 1.972 toneladas.

Las mismas fuentes explicaron que llevaban más de un año realizando gestiones con la Conselleria de Medio Ambiente para tratar de limpiar el depósito ante el peligro que acarreaba su presencia. Así, contactaron con los propietarios y les instaron a que asearan la parcela, pero la mercantil está en concurso de acreedores y argumentó que no estaba en disposición económica para solventar los trabajos. Ante esa negativa, pese a las sanciones administrativas pertinentes impuestas a los dueños, consistorio y conselleria han pasado a la acción en busca de una solución definitiva y han conseguido la orden judicial necesaria para acceder a la parcela.

Medio Ambiente comenzó el pasado lunes las labores de retirada de los neumáticos, que supondrán un coste de 500.000 euros y tardarán alrededor de tres meses en completarse. Los restos serán llevados a un gestor autorizado de residuos que procederá a triturarlos en una planta de reciclaje externo para su gestión y valorización.