A las 9.23 de la mañana de ayer el gobierno de Chiva, que se encuentra en minoría, convocaba un pleno extraordinario urgente. La hora del plenario: a las 9.25, solo dos minutos después. Con esa sorpresa se encontraron los concejales de la oposición -PP, PSOE, Ciudada-nos y el no adscrito Manuel Verdeguer-, que vieron cómo el cuatripartito liderado por Emilio Morales -Compromís, Vinchi, IU y Juntos Somos + Chiva- conseguía sacar adelante la asignación de 447.909 euros, producto del superávit del consistorio en 2017, en Inversiones Financieramente Sostenibles sin negociarlas con ellos gracias a esta maniobra. De hecho, a la cita tan solo pudieron acudir los miembros de los partidos en el gobierno, a los que, al parecer, esos dos minutos de antelación con que se convocó el pleno les fue suficiente para llegar al edificio consistorial.

Según concretaba la convocatoria, esta se hizo con carácter urgente «por cumplimiento de plazos para entrada en vigor de las modificaciones de crédito incluidas en el orden del día y poder acometer las actuaciones que amparan dichas modificaciones». En concreto, el equipo de gobierno consiguió aprobar una reducción del IBI para 2019 al 0,65 %, así como distintas inversiones en asfaltado, equipamiento mobiliario en parques y jardines municipales, luces led o equipamiento para el polideportivo.

Fuentes del equipo de gobierno municipal aseguraron que el secretario municipal les confirmó que el procedimiento ejecutado es «legal», y se justificaron en que el anterior gobierno del PP también convocó plenos en su día con escasos minutos de antelación. No obstante, atribuyeron la urgencia del pleno a la necesidad de aprobar esas inversiones en el mismo día de ayer, ya que hoy termina el plazo para poder presentarlas aprobadas por el plenario. En caso de que no se hubieran aprobado, para poder sacarlas adelante se tendría que esperar a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2019 y se deberían haber destinado a gasto corriente.

Precisamente el pasado 26 de octubre el gobierno de Chiva quiso incluir de urgencia la aprobación en el pleno ordinario de estas inversiones. Al no aceptarlo la oposición, los ediles de los partidos en la ejecutiva local abandonaron el plenario argumentando que la oposición bloqueaba el funcionamiento del ayuntamiento.