Tras un año y medio de agonía, la concesionaria de la explotación de la mina de sílices y caolines de Riodeva, Sibelco, ha anunciado su cierre definitivo, que dejará sin empleo a más de una veintena de trabajadores de esta localidad turolense y de la comarca valenciana del Rincón de Ademuz. Asimismo, el fin de esta actividad minera afectará a otras decenas de familias de la zona, que vivían de manera indirecta de este yacimiento cuya extensión ocupa terrenos tanto de la provincia de Teruel como del Rincón.

La compañía Sibelco, de capital belga, ya inició este proceso en abril del pasado año 2017, cuando advirtió de que cerraría la mina después de haber perdido a un cliente de Sagunt relacionado con la industria automovilística que suponía el 70 % de su producción. A aquel movimiento le siguieron distintos encuentros con los alcaldes de los municipios afectados, que permitieron que el cierre de la explotación se demorara a la espera de que aparecieran nuevos clientes.

Sin embargo, en los últimos meses se han precipitado los acontecimientos para que la mercantil haya tomado su decisión definitiva: la mina echará el cierre. Según señaló ayer a Levante-EMV la alcaldesa de Riodeva, María Dolores Llovera, la semana pasada se produjeron cuatro despidos más que se suman a los otros tres que se concretaron durante el mes de octubre. En total, en un año han perdido su empleo casi una veintena de los 24 trabajadores que tenía la compañía. «Ya solo quedan cinco. Dos empleados en planta y tres en la oficina», indicó Llovera, que confirmó que la empresa ya le ha comunicado a su ayuntamiento el cierre de la explotación. «Nos informaron de que al final no han llegado a ningún acuerdo con ningún cliente. Ahora ya van a dejar de vender arcillas y solo les queda la restauración del terreno, porque están obligados a hacerla por ley», añadió la alcaldesa.

Dos años de restauración

Esas tareas de restauración, según aseguró Llovera que le ha comunicado la empresa, tardarán un par de años en completarse. Sin embargo, el futuro laboral de los cinco empleados que quedan en la explotación de Riodeva parece también visto para sentencia. Al parecer, Sibelco habría decidido subcontratar a otra compañía las labores de rehabilitación de la mina. La alcaldesa de Riodeva manifestó ayer que desconocía si hay algún acuerdo entre Sibelco y la subcontrata para acoger a estos empleados durante estos dos próximos años de trabajo.

Tras el cierre de la mina, los vecinos de Riodeva y los municipios más cercanos ven con suma preocupación su futuro más próximo. En una región ya seriamente afectada por la despoblación -el Rincón de Ademuz y la provincia de Teruel forman parte de la llamada Serranía Celtibérica, una de las zonas con menor densidad de población de toda Europa-, esta decisión empresarial de una compañía que operaba allí desde los años 50 supone un golpe muy duro. «Ha sido una muerte lenta que deja al pueblo muy tocado», admitía Llovera, alcaldesa de una localidad de tan solo unos 100 habitantes donde la mayor parte vivían de la mina, así como los de municipios del Rincón como Ademuz, Torrebaja, la Puebla de San Miguel, Casas Altas o Casas Bajas, donde muchos de sus vecinos también se nutrían directa o indirectamente de la explotación de Riodeva.