La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural mantiene clausurados los paelleros de Mariola y Font Roja, en el término municipal de Alcoy, al incumplir la normativa. Esta decisión afecta concretamente a las instalaciones del Preventorio y de Sant Antoni. El Ayuntamiento ahora está estudiando si subsanar las deficiencias o dejarlos cerrados de forma definitiva como medida preventiva contra posibles incendios forestales.
El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana publicó en mayo de 2017 una resolución que sigue vigente y que ampliaba el periodo en el que no se puede autorizar la quema de márgenes de cultivo o de restos agrícolas o forestales, así como la quema de cañares, carrizales o matorrales. Esto afecta a terrenos forestales y los colindantes, o con una proximidad menor de 500 metros de aquellos.
Este periodo en los últimos dos años se ha extendido desde el 1 de junio hasta el 16 de octubre, y durante el mismo también quedan clausurados los paelleros que se encuentran en las citadas zonas de riesgo, como es el caso de los del Preventorio y los de Sant Antoni, parajes situados dentro de los parque naturales de Mariola y Font Roja respectivamente.
Casi dos meses después de que la Conselleria levantase la prohibición de quema los paelleros tanto del Preventorio como de Sant Antoni continúan cerrados, lo cual ha provocado numerosas críticas por parte de usuarios.
Desde el Ayuntamiento de Alcoy, el concejal de Medio Ambiente, Jordi Martínez, ha explicado que dichas instalaciones siguen sin poder utilizarse por orden de Conselleria, ya que «no cumplen la normativa» en materia de prevención de incendios forestales.
Ante esta situación, ahora el Consistorio se plantea si adecuarlos o mantenerlos clausurados. Primero el departamento de Medio Ambiente estudiará qué cambios son necesarios para subsanar las deficiencias de los paelleros, así como el coste que supondría llevar a cabo las pertinentes actuaciones.
Si bien es cierto que también «tendremos que analizar si compensa», pues, tal y como ha insistido Jordi Martínez, «cada vez son más los periodos en los que la Conselleria de Medio Ambiente prohibe su uso».
En este sentido, cabe recordar que no solo se clausuran entre el 1 de junio y el 16 de octubre, sino que la medida se extiende a épocas en las que la aglomeración de gente es masiva, como Semana Santa, puentes o la romería a Sant Antoni. También a principio de año el gobierno autonómico prohibió las quemas agrícolas y clausuró los paelleros de forma excepcional e indefinida debido a los valores secos que presentaba la vegetación como consecuencia de la sequía y los diferentes episodios registrados de viento de poniente.
En este último caso, Medio Ambiente acabó levantando el veto tras las críticas de los agricultores por la acumulación de restos de poda en los campos y la alerta de que ello podía ser contraproducente en caso de incendio forestal, así como favorecer a la proliferación de plagas.
Es por ello que el concejal de Medio Ambiente ha insistido en que «hay que estudiar si compensa invertir en la mejora de los paelleros», dado que gran parte del año «no se pueden utilizar» para prevenir incendios.
