Un día que quedará marcado para todos los participantes en la Rompida de la Hora de l'Alcora. Después de la declaración como Patrimonio Inmaterial Cultural de la Humanidad el pasado 29 de noviembre, la capital de l'Alcalatén celebró ayer una jornada festiva. Tras un almuerzo popular, la plaza del ayuntamiento comenzó a congregar a decenas de personas que acudieron con sus tambores y sus bombos para participar en la Rompida de la Hora que dio comienzo a las 12.00 horas.
El encargado de romper la Hora fue Sergio Grangel, presidente de la Junta Central de Cofradías de l'Alcora, y actual presidente de la Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario, entidad organizadora de esta cita. Para Grangel, el día de ayer fue un cúmulo de emoción y nervios por poder celebrar un reconocimiento por el que tantas personas han trabajado y, como él mismo indicó, «es un orgullo muy grande que hayamos podido llevar el nombre de l'Alcora por todo el mundo».
Tras unos veinte minutos de toque de tambores y bombos en el que participaron unos 600 bombos y tambores, intervinieron las autoridades que solo tuvieron palabras de agradecimiento y alegría por ver materializado el trabajo de muchos años. El President de la Generalitat, Ximo Puig, indicó que los vecinos del municipio de l'Alcora «han conseguido simbolizar, una vez más, lo que es la ambición colectiva por mantener las tradiciones»
La subdelegada del Gobierno, Soledad Ten, natural de l'Alcora, añadió que «José Luis Esteban López trajo la Rompida a l'Alcora y ahora lo tenemos en el ADN alcorí».
El artífice de la Rompida
Y para José Luis Esteban fueron las palabras de agradecimiento del alcalde, Samuel Falomir, el primer teniente de alcalde, Victor García, o Sergio Grangel, porque, gracias a él, l'Alcora tiene Rompida de la Hora. Como el fundador comentaba ayer, «cuando yo empecé nunca en la vida pensé que esto pasaría». Fue en 1981 cuando comenzó a gestarse la Hermandad del Santísimo Cristo del Calvario y en 1991, tuvo lugar la primera Rompida de la Hora en l'Alcora. Esteban comenta que el acto ha ido creciendo y con los años se ha convertido en patrimonio alcorí, y «ahora rara es la casa en l'Alcora donde no se toque el tambor». La presidenta de la Asociación Cultural L'Alcora Tambor, Lucía Branchat, también mostró el orgullo de poder celebrar un reconocimiento «que es el fruto del trabajo y esfuerzo de todos, es el triunfo de todos».
El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, comentó por su parte que «la Unesco nos ha dicho que tenemos un tesoro, que hay que cuidarlo y hay que transmitirlo de generación en generación y es un elemento de prestigio, reputación y hospitalidad».
Samuel Falomir fue el encargado de romper la hora tras el pequeño descanso y después de ello todos los participantes (de l'Alcora y de varios municipios de l'Alcora) hicieron sonar los bombos y tambores por las calles de l'Alcora hasta su llegada al monumento al tambor y el bombo.
Una comida de hermandad puso el fin a una gran jornada festiva en l'Alcora.
