La Fiscalía de Castelló ha abierto diligencias tras una denuncia de la Asociación de Abogados Cristianos contra el ayuntamiento de Betxí por retirar la Cruz que hasta principios de febrero estaba situada en la puerta del Calvario de esta localidad de la Plana Baixa.
El alcalde de Betxí, Alfred Remolar, se mostró «tranquilo» porque, asegura, «han actuado acorde al procedimiento que marcó el informe técnico». Una versión que sostienen también los abogados del consistorio. Remolar insistió, en la línea que declaró a Levante de Castelló en el momento del derribo, que el monumento tuvo que ser retirado porque estaba en mal estado y deteriorado, y los motivos de esta acción responden a una «causa técnica y en ningún caso ideológica».
Las declaraciones del primer edil sirven como respuesta a la presidenta de Abogados Cristianos, Polonia Castellanos, que anunció que «algunos grupos políticos tienen una cruzada emprendida contra los católicos».
Castellanos también afirmó que «nuestra asociación ofreció donar otra cruz y rechazó la oferta». Afirmación que el alcalde desmintió. Remolar asegura al respecto que «les comuniqué que es un tema que no depende del alcalde, es un tema que se debe decidir en una comisión de cultura o en una sesión plenaria».
En el Ayuntamiento de Betxí todos los grupos políticos, en su momento, estuvieron a favor de que se realizara un informe técnico que decidiera qué hacer con la Cruz, puesto que estaba deteriorada por el paso del tiempo y sufría peligro de derrumbamiento, como así se confirmó en la evaluación. Sin embargo, a posteriori, el PP de la localidad se mostró ofendido por la retirada del símbolo y reclamó explicaciones. Remolar recordó que «los populares han tenido problemas internos que han llevado a las dos personas que estaban en los puestos siete y nueve de la lista electoral a ser hoy los dos únicos concejales que tiene el PP en el ayuntamiento», y por ello «quieran hacer política del tema y estén instigando a los abogados a interponer la denuncia».
