El PSPV ha decidido expulsar al exalcalde de Catadau Manuel Bono tras conocerse el contenido de la carta en la que apoyó la reducción de la orden de alejamiento al hombre que estuvo a punto de matar a su mujer de 16 cuchilladas. Bono fue citado ayer por la mañana a una reunión urgente en la sede del PSPV donde, tras escuchar sus argumentos, se le explicó que su actitud suponía una clara «violencia institucional» y un amparo sin precedentes de la violencia machista, dos puntos «intolerables para un partido como este», en palabras de su secretario de Organización, José Muñoz.

Bono no dio marcha atrás durante la reunión, así que se le brindaron dos posibilidades: o una «salida honrosa», que implicaba que pidiese perdón y se diese de baja del partido, o la expulsión. El exalcalde pidió unas horas y la decisión final llegó a las ocho de la tarde, después de que Bono se enrocase en su posición y anunciase a su partido que no se iría voluntariamente. Ante esa actitud, Muñoz tomó la decisión definitiva: expulsión inmediata.

Sin embargo, el exalcalde aseguraba anoche a Levante-EMV que tanto él como la decena de afiliados socialistas de la localidad han dimitido en bloque como muestra de apoyo a su persona, justo lo contrario de lo que había dicho a su partido unos minutos antes.

La dirección del PSPV asume que en este asunto ha habido «un fallo de comunicación», pero, a partir de ahí, la actuación ha sido inmediata. El secretario de Organización del PSPV habló primero con la víctima y luego se reunió con Bono. Muñoz explica que, tras lo ocurrido, «Manuel Bono no podía continuar bajo las siglas socialistas, en este asunto [el de la violencia machista] no hay medias tintas. Lo que ha hecho es una barbaridad que no tiene justificación alguna».

Bono explicó ayer a este diario que su intención con aquel escrito nunca fue la de defender una agresión machista: «Siempre he condenado la violencia de género, aquellos que me conocen saben que no respaldo ese tipo de barbaries. Aquella carta simplemente buscaba apoyar a una familia que, cuando vino a pedirme ayuda, estaba completamente destrozada», aseguró.

«Un joven formal»

Sobre el contenido, Bono considera que tampoco tenía intención de que le acortase la pena al agresor: «En ella simplemente hacía mención a que, antes de que ocurriesen los hechos, el chico era un joven formal que jamás había generado problemas y que su familia es una familia correcta de la localidad. En Catadau todos nos conocemos y ellos, a día de hoy, cuentan con el respaldo de muchos vecinos. Ni mucho menos la escribí con la intención que algunos comentan, soy consciente de que él cometió una atrocidad y que, evidentemente, tiene que estar en la cárcel y cumplir con la condena que se le ha impuesto».

Respecto de la reunión en la sede del PSPV, Bono dijo: «Me han llamado para quedar bien, la decisión ya estaba tomada antes de que yo llegara. Llevo en el partido desde que tenía 17 años, si ellos consideran que me tenían que expulsar, adelante», adujo.

El resto de partidos de Catadau, incluido Compromís, con quien Bono ha compartido gobierno en esta legislatura, han mostrado su apoyo al exalcalde socialista. Nadie ha condenado la carta.