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Mayoristas británicos piden más protección a los turistas para evitar agresiones de trileros en Benidorm

La brutal paliza sufrida por un joven por parte de estos individuos tras alertar a otros viajeros indigna al sector

Mayoristas británicos piden más protección a los turistas para evitar agresiones de trileros en Benidorm

Un joven británico alertó hace unos días a otro grupo de turistas de que el juego del «trile» era una estafa. Su intento de evitar que aquellos que realizan estas prácticas consiguieran engañar de nuevo tuvo como consecuencia una brutal paliza hacia el chico que acabó con la cabeza ensangrentada tras ser pateado y apaleado en plena calle. La agresión sufrida por este joven ha indignado al sector y los mayoristas británicos piden más protección para los turistas que pueda evitar que se repitan situaciones similares.

El suceso ocurrió la pasada semana en la calle Ametlla de Mar de Benidorm, en el Rincón de Loix, entre la conocida calle Gerona y la avenida del Mediterráneo. Este barrio es el preferido por los turistas y también donde los «trileros» suelen instalar sus cajas de cartón a modo de mesa para realizar el conocido también como «juego de la patata». La brutal paliza fue grabada por otro turista, que ha publicado el vídeo en Youtube, y en ellas se ve como un grupo de personas, que identifican como «trileros», patean en el suelo y agreden con palos al joven al que sus amigos intentan ayudar. La víctima acaba con varias heridas, una de ellas en la cabeza.

La intención de este vídeo, según advierte el autor, «no es promover un comportamiento violento ni darle a Benidorm una mala imagen. Es para ayudar a tomar conciencia sobre algunas de las estafas y sus peligros. Porque los problemas tienden a hacer más grandes si los ignoras». El hombre que grabó la agresión indica que «tuve que dejar de grabar y evitar que el 'trilero' casi mate al valiente turista británico por avisar sobre la estafa». Según la versión aportada en el propio vídeo por esta persona, la Policía pidió al turista y a sus amigos que fueran a un centro médico para obtener un parte de sus heridas y luego a la comisaría para tratar de identificar a los agresores en sus archivos. Sin embargo, prosigue, «como la víctima no llevaba encima sus documentos de identificación y el trilero estaba esperando y observando frente el centro de salud, los muchachos perdieron la fe en el sistema y decidieron suspender la denuncia, ya que tampoco tenían la opción ni el deseo de tener que volver a España en una fecha posterior para ir a los juzgados».

Preocupación en el sector

El suceso ha vuelto a indignar al sector turístico quienes, según explicaron, ya han solicitado en varias ocasiones que se intente «quitar a los trileros» de las calles, porque «estafan a los turistas» y porque «dañan la imagen». Así, fuentes consultadas por este diario indicaron que «no entendemos porque en otras capitales turísticas se ha conseguido casi acabar con ellos y aquí es tan complicado». Aunque reconocen que los Cuerpos de Seguridad «están todos los días persiguiendo estas prácticas» aunque sin éxito porque «no está tipificado como delito». Así también apuntan que la agresión «es un hecho aislado». Además añaden que «hemos detectado un poco menos de presencia» de estos grupos en el último año.

Con todo, la brutal paliza de hace unos días coincide prácticamente en el tiempo con la orden de alejamiento dictada por un juez en Benidorm contra un grupo de trileros, que no podrán acercarse a las zonas más turísticas de la localidad. La Policía Nacional les arrestó por robar a los turistas que se negaban a apostar en las mesas de juego instaladas en la calle. Pero además, también llega tras el «varapalo» que la Audiencia Provincial dio a Benidorm al revocar una condena a un «trilero» por un delito de desobediencia a la autoridad, el mecanismo que se estaba usando para poder llevarlos al juzgado, al considerar que no era un delito.

Desde el sector apuntan a que «mientras no sea delito, no hay nada que hacer» ya que, una vez que cuentan con una sanción, se declaran insolventes y vuelven al poco tiempo a la calle. De ahí que vuelvan a reiterar la necesidad de ese cambio en el Código Penal.

¿Y qué se puede hacer para evitar la acción de estos «trileros»? Pues los tourperadores que traen a turistas a la ciudad intentan avisarles de qué tipo de práctica es el «trile» y que es una estafa con charlas en los propios autobuses e incluso información en los hoteles o a través de los guías. La Policía también ofrece charlas de este tipo para alertar a los viajeros. Sin embargo, aún hay visitantes que entran en el juego y acaban siendo estafados.

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