El proyecto RUFA-Cristóbal Torres ha elegido el coto de El Corralejo, en Ayora, para poner en práctica un proyecto que recupere las poblaciones de perdiz roja y otras aves esteparias mediante la realización de estudios e investigación práctica sobre mejoras del hábitat y conservación de la biodiversidad. Es decir, se busca crear un entorno natural donde estas especies se reproduzcan de manera natural.

¿Cómo? Según explica Raúl Esteban, presidente de la Federación de Caza de la Comunitat Valenciana, el proyecto quiere desarrollar en una parte del coto una agricultura sostenible, alejada de pesticidas e insecticidas y semillas naturales y no «blindadas». Cuando las aves ingieren semillas alteradas afecta directamente a la fertilidad de los huevos y si son consumidas en altas cantidades, provoca la muerte del animal.

Por eso, desde la federación quieren demostrar que con unas buenas condiciones agrícolas, la cría de la perdiz roja es posible. Esteban incide en que no solo será esta especie la beneficiada, sino cualquier ave esteparia. Además, señala que la desaparición de estas aves no tiene que ver con la caza, sino con la transformación del hábitat y el tipo de cultivos: «A veces los cultivos son siempre los mismos, otras veces han desaparecido o las semillas están alteradas...» explica.

El proyecto se presentó ayer por la mañana en el mismo coto de Ayora. La federación, junto con la Fundación Artemisan y la Dirección General de Medio Natural y Evaluación Ambiental, escogieron esta finca porque «recrea a la perfección el territorio valenciano, donde los cultivos se entremezclan con los bosques», explicó Esteban. Además, incidió que el proyecto valenciano será el único donde no se cacen las perdices. En los siete cotos restantes repartidos por España donde este proyecto se pondrá en marcha sí que se espera la caza del ave una vez esté estabilizada en el entorno.

En Valencia lleva por nombre RUFA-Cristóbal Torres en memoria del jefe de Servicio de Caza y Pesca de la Generalitat, fallecido recientemente. Para el proyecto RUFA-Cristóbal Torres se ha habilitado un terreno dentro de la zona de caza controlada El Corralejo, entre los términos municipales de Ayora y Teresa de Cofrentes. A estos espacios dentro de las fincas, dedicados a poner en marcha proyectos, se les conoce como «cotos demostrativos».

«Este nuevo coto demostrativo servirá para realizar estudios e investigación a través de la ciencia aplicada sobre mejoras de hábitat, control de prendadores, suplementación de agua y comida o caza adaptativa», explicó el director general de Fundación Artemisan, Luis Fernando Villanueva.

Durante la presentación del proyecto, Esteban añadió que la federación «quiere contribuir a la recuperación de la fauna menor y se ha marcado este proyecto como uno de sus grandes objetivos a medio plazo». El programa RUFA-Cristóbal Torres tendrá una duración de 4 años, hasta 2023, por lo que «entra dentro de nuestras líneas de trabajo para demostrar que los cazadores somos los primeros que nos preocupamos por la naturaleza y destinamos nuestros recursos a proyectos como RUFA», explicó el presidente. «Se trata de un laboratorio para exportar después al resto de acotados para que los cazadores sepan cómo actuar», señaló. .