Miel, polen, cera y jalea real, aplicado a la alimentación, la cosmética y la salud natural es todo lo que se puede encontrar Fivamel del 8 al 10 de noviembre, en la que ya es considerada como la feria más dulce de la Comunitat Valenciana. Más de 25 variedades de miel, todas ellas artesanas, pero también turrones, licores y dulces.

Este año el evento de Montroi celebra su XXIII edición con múltiples novedades, como la instalación de una gran carpa en la plaza Europa de la localidad, donde empresarios del sector apícola expondrán maquinaria y utensilios para la manipulación de colmenas. En la misma carpa, se ofrecerá información para aquellas personas que deseen adentrarse en el mundo de la apicultura, mediante charlas y conferencias ofrecidas por personal técnico y que ya han despertado el interés de numerosas asociaciones y colectivos apícolas.

El punto de partida de la feria es la gran carrera urban trail (10 K) que tendrá lugar el próximo 3 de noviembre, junto con una caminata de 3,5 km, y cuyos beneficios se destinarán a la Unidad Pedagógica del Hospital Clínico de València.

El comité organizador de Fivamel ha dispuesto una línea de autobuses denominada «Operación Busmel», gracias a la cual se invitan a grupos y asociaciones de la Comunitat Valenciana a almorzar o merendar y, de paso, visitar una feria en la que se ha instalado un apiario en vivo, en el interior de una urna de cristal gigante, gracias a la cual se puede contemplar el trabajo de las abejas sin peligro alguno.

Habrá una amplia exposición de estands y un mercado artesano y múltiples sorpresas. De hecho, el domingo por la mañana tendrá lugar el concurso nacional de mieles, en el que se dirimen las mejores de España en la modalidad de naranjo, romero y milflores. Durante la entrega de premios, se concederá también la Abelleta d'Or, el máximo galardón de la feria y que este año será para el biólogo y responsable de la cooperativa Melazahar, Fernando Calatayud.