El Parque Empresarial Circuito de Cheste es un polígono del siglo XXI: ha nacido bajo demanda privada, no municipal, y cumple con los criterios de sostenibilidad tanto en el diseño como en el proceso de la obra, ejecutada en 22 meses. No se trata de crear un área logística y buscar inquilinos; en Cheste, la empresa interesada pidió espacio para instalarse y abrió las puertas a otras tres, por ahora, lo que decidió al Ayuntamiento de Cheste a desarrollar el polígono.
Una realidad que se enmarca en un enclave estratégico: está entre la A-3, el Circuito de Cheste y la A-7. Este polígono afianza el eje comercial de la carretera de Madrid que nace desde València y se prolonga hasta Buñol.
Ocupa el mismo terreno que en su día estuvo asignado para la construcción del Parque Ferrari, como recordó el alcalde de Cheste, José Morell, durante la inauguración: «Si echamos la vista atrás, durante la burbuja inmobiliaria se fabuló con este suelo sobre proyectos inviables, con pies de barro y especulativos».
El origen de este centro logístico se remonta a 2004. Entonces, una gran empresa presentó un proyecto para convertir este terreno pero la crisis le sobrevino y el proyecto se bloqueó. «En 2016 aparece Lidl y viene a Bertolín para ver dónde construir un almacén que dé servicio a Cataluña, Baleares y C. Valenciana. Entonces, reactivamos el proyecto del Circuito de Cheste, ya que el cliente quiso establecerse aquí», explica Antonio Piles, director General de Desarrollo de Negocio. A partir de la elección de Lidl, otros clientes como Logicor y VPG aparecieron con el mismo interés. De hecho, a mitad de año está confirmada la apertura del almacén de Jysk, un comercio danés de mobiliario doméstico.
El urbanizador fue E-Cross Circuito de Cheste y el constructor Bertolín, mano a mano con el Ayuntamiento de Cheste. El resultado es la construcción de un polígono industrial de 500.000 metros cuadrados de suelo logístico a disposición de las empresas, con una estimación de 1.500 puestos de trabajo según la Conselleria de Política Territorial que dirige Arcadi España.
Una de las claves en la rapidez de la construcción ha sido poder compatibilizar las obras de urbanización de las vías con la construcción de las propias naves, para poder ir en paralelo y ganar tiempo, un «ejemplo» de colaboración público-privada para Morell que ha concluido con una inversión de 50 millones de euros.
Además de los criterios de sostenibilidad, la zona industrial está preparada para el futuro: los viales permiten la entrada de los megatrucks, camiones con carga doble que hacen más eficaz el transporte por carretera. No solo eso: según el alcalde de Cheste, la urbanización de este polígono beneficia también a las actividades del circuito, ya que en lugar de acceder por caminos de tierra con dificultad, «ahora hay viales que permiten entrar y salir con más orden del circuito».
