Començar la casa per la teulada. Esta expresión valenciana sirve perfectamente para describir la rehabilitación de la Iglesia de Sant Jaume de Benicalaf. Si bien el proceso comenzó en 2015 y se ha desarrollado de forma progresiva en función de posibles subvenciones y disposiciones municipales, la situación actual resulta, como poco, curiosa.

Y es que el equipo técnico que dirige la obra se ha visto obligado a desarrollar las acciones de recuperación de las pinturas del presbiterio y de la totalidad del templo, a pesar de no tener el cerramiento de ventanas y la excavación arqueológica proyectada con la restauración de la puerta de acceso finalizada.

Con todo, se ha recuperado la pintura central del templo, mediante un trabajo sumamente cuidado de contraste con los esgrafiados, el análisis del color y la forma de las figuras centrales dedicadas a la Trinidad, con la conciencia clara de que las ventanas de la cornisa se mantienen todavía sin cerrar, como consecuencia del retraso que sufre una subvención concedida por la Diputación de València en 2018.

La intervención desarrollada en la iglesia de Benicalaf se ha centrado en las pinturas de la bóveda del presbiterio, con reintegración de lagunas y recuperación mediante limpieza y consolidación de su color original. Asimismo se ha desarrollado una labor de documentación y estudio de las mismas, así como de los esgrafiados del friso, capitel y fuste de las columnas que enmarcan el presbiterio. Los esgrafiados del siglo XVII se estiman como una de las más valiosas muestras del arte de esa época, al cual se adscribe la iglesia.

Las técnicas de rehabilitación de este edificio pasan en reiteradas ocasiones por la limpieza y consolidación de espacios como el muro que soportaba el retablo desaparecido. En este caso se han restaurado todas sus improntas, restos de maderas y antiguas hornacinas. Las labores desarrolladas en esta intervención se presentaron ante un centenar de vecinos de la comarca, que participaron de la jornada de puertas abiertas impulsadas por el ayuntamiento.

El proyecto de restauración del antiguo presbiterio de la Iglesia de Santiago de Benicalaf ha sido redactado y ejecutado por el equipo multidisciplinar de José Pardo Conejero y Sofía Martínez Hurtado, con la colaboración de José Congost Timoner, Luis Cortés Meseguer, Jaume Pérez Llopis y Santiago Tormo Esteve.

El alcalde de la Benavites, Carlos Gil, se muestra satisfecho por la labor desarrollada en la Iglesia de Benicalaf, aunque lamenta la situación administrativa de la dotación provincial que les impide concluir el proyecto. «Es absurdo tener una subvención y no poder ejecutarla por una situación administrativa. Resulta bastante desalentador que la diputación limite el desarrollo normal de una subvención aprobada. En realidad la intervención no tiene sentido, ya que hemos restaurado las pinturas sin haber concluido los cerramientos».

El equipo técnico dirigido por Josep Pardo destaca la necesidad de seguir adelante con la restauración del templo. «Se trata de un vestigio único, hemos trabajado notablemente y esperamos seguir manteniendo nuestro patrimonio. La iglesia de Sant Jaume de Benicalaf es única y debemos recuperarla», apunta el arquitecto del proyecto.

Hasta el momento, se ha desarrollado la consolidación de la estructura, la fachada principal y la cubierta del templo, intervención redactada y ejecutada por los arquitectos Luis Cortés Meseguer, José Congost Timoner, José Pardo Conejero y Jaume Pérez.

No obstante, el proyecto redactado por este equipo para obtener las ayudas PID PICs Històric-artístic de la Diputación de València se mantiene actualmente pendiente de comprobación positiva por parte de la entidad.

Inversión de 100.000 euros

«Por el momento la inversión en las diversas fases de recuperación de Benicalaf ronda los 100.000 euros; tanto el equipo de gobierno como los técnicos consideramos necesaria la continuidad de la acción ya que Benicalaf podrá llegar a convertirse en un espacio multifuncional que dinamice la vivencia de numerosos colectivos de la comarca», añade Pep Pardo.

La recuperación del Templo de Santiago se ha consolidado gracias a la implicación y participación vecinal, agrupaciones como els Amics de Benicalaf o la Romería de la Aurora han dinamizado la recuperación de un espacio único que recuerda los poblados fundacionales de la subcomarca.