El pleno de Aras de los Olmos ha aprobado una nueva ordenanza sobre tenencia de perros y otros animales domésticos en la que se prevén sanciones económicas de hasta 13.500 euros a las personas que maltraten o abandonen a los animales.

El texto legal aprobado, publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, califica de acciones «muy graves» matar animales, su abandono en viviendas, terrazas, solares o en la vía pública. Se sancionará la venta de animales en la calle, dejar los excrementos en la vía pública, golpearles con varas u objetos duros, llevarlos atados a vehículos en marcha o la organización de peleas entre animales.

La sanción económica que el ayuntamiento ha previsto para este tipo de hechos va desde los 1.500 hasta los 13.522 euros.

La puesta en marcha de esta normativa tiene como objetivo regular la posesión de animales domésticos con el fin de asegurar la higiene, la salud pública y la seguridad de las personas, además de un trato correcto con ellos. Esta norma obliga a sus dueños a mantenerlos en buenas condiciones higiénico-sanitarias y a vacunarlos contra la rabia. Por ello, queda prohibido que los vecinos de Aras de los Olmos puedan facilitar alimentos a los animales que encuentren por la calle y dejar a los suyos sueltos por la vía pública excepto en los espacios que el consistorio ha habilitado para ello.

La ordenanza establece una serie de infracciones calificadas como leves entre las que cabe destacar que los perros deberán ir siempre acompañados por una persona, deberán recoger los excrementos mediante bolsas de plástico y para orinar deberán hacerlo junto al buzón del alcantarillado, en los alcorques de los árboles o en áreas reservadas. Las infracciones leves supondrán unas sanciones económicas de entre 30 y 300 euros.

En la ordenanza también se recogen otras infracciones graves como dejar suelto a un animal potencialmente peligroso o no haber adoptado las medidas necesarias para evitar su escapada al extrarradio, incumplir la obligación de identificarle e inscribirle en registro o tenerle suelto en zonas públicas.