El barranco de Chiva, a su paso por la localidad, ha aparecido de nuevo cubierto por una capa de espuma blanca. Se trata de una situación que se ha repetido en los últimos años y por las que el Seprona, la Guardia Civil y el ayuntamiento han abierto investigaciones para llegar hasta los responsables.

Esta mañana ha sido la Policía Local la que ha levantado acta de los sucedido y la concesionaria de la gestión del agua potable en la localidad ha tomado muestras para analizar el origen de los vertidos. Los resultados, que tardarán una semana en conocerse, se enviarán al Seprona, a la Conselleria de Agricultura y a la Confederación Hidrográfica del Júcar, la institución responsable del barranco.

El daño medioambiental de estos vertidos no se limitan solo al barranco de Chiva, sino que llegarán a l'Albufera, donde desemboca.

Precisamente la confederación ya ha interpuesto varias denuncias a las empresas que han realizado estos vertidos antes. El ayuntamiento no tiene potestad para denunciar a los responsables aunque sí puede cuestionar las instalaciones de las empresas. Mientras, el Seprona es el órgano encargado de dilucidar si hay o no un delito medioambiental.

Hay dos empresas en la zona que han realizado estos vertidos antes. Una fábrica de Chiva de productos de cosmética y limpieza ya fue sancionada y Seprona le abrió un expediente por vertir en el barranco restos de productos químicos. Otra empresa, esta en el polígono industrial de El Rincón, en Buñol, también ha realizado estos vertidos en otras ocasiones. Sin embargo, esta última emrpesa es cárnica por lo que los residuos generados son derivados de la carne, lo que genera gran pestilencia en el barranco a su paso por la localidad.

El consistorio, según ha podido saber este diario, recoge muestras mensuales del agua del barranco. La última vez fue el mes pasado y los valores eran los correctos. En los últimos dos años, según señalan fuentes municipales, no ha habido ningún vertido significativo, pero anteriormente sí los hubo similares al de hoy.