Han pasado ya dos meses desde que el temporal Gloria azotó con extrema virulencia la costa, donde causó cuantiosos daños, especialmente en las playas y en parcelas agrícolas. La Entidad Local Menor de El Perelló resultó especialmente perjudicada, ya que el fuerte oleaje destrozó el paseo marítimo. Pero todo apunta a que seguirá tan deteriorado como ahora al menos otros dos meses.
El ayuntamiento ha reclamado por activa y por pasiva actuaciones inmediatas, tanto a la Generalitat como, especialmente, a la Demarcación de Costas, directo responsable por ser el propietario del paseo marítimo. Pese a ello, hasta la fecha únicamente se han producido conversaciones. Acciones, ninguna.
«Seguimos esperando la contestación del ministerio», lamentó ayer el acalde de El Perelló, Juan Botella, que prosiguió: «Aún así, soy optimista, esperamos poder alcanzar un acuerdo en los próximos días. Eso sería lo ideal, porque tiene muchos más recursos económicos que nuestro pequeño y humilde ayuntamiento».
Con todo, Botella aseguró que, dentro de sus posibilidades, el consistorio llevará a cabo las medidas que considere oportunas si no recibe la respuesta que espera de las administraciones superiores: «En el momento en el que se levante el Estado de Alarma, esta cuestión se tiene que agilizar a marchas forzadas. Si Costas no nos ofrece una alternativa satisfactoria, nos las ingeniaremos para poner la maquinaria en marcha por nuestra cuenta. Intentaremos, hasta el final, que la actuación venga del Gobierno, pero no podemos esperar eternamente, el paseo no puede quedarse así».
El alcalde alegó tanto motivos de seguridad como a económicos para defender la urgencia de la obra. El ruinoso estado de la infraestructura impide, incluso, el acceso a las viviendas de algunas personas y ha empeorado con cada el paso del tiempo. «En estos momentos, el paseo marítimo es un peligro. Si una vez pase la alerta sanitaria la gente quisiera bajar a la playa puede producirse algún tipo de accidente porque no está en condiciones. Eso se tiene que evitar. Pero también es importante para nosotros porque no disponer de un litoral en perfectas condiciones supone un riesgo para nuestra economía. Vivimos del turismo», enfatizó el primer edil.
Junio marca el límite
El secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, anunció a principios de mes la intervención en breve de la Generalitat, al considerar que la urgencia se centraba en poner las playas en las mejores condiciones, para que cuando llegara la temporada de Semana Santa y Pascua y la previsible llegada de visitantes. También señaló que, incluso en los casos en los que no se pudiesen realizar grandes intervenciones, se trabajaría para contar con un uso provisional de las infraestructuras y minimizar el factor de riesgo.
No obstante, la situación ha cambiado radicalmente debido a la declaración del Estado de Alarma por el coronavirus. Los plazos a tener en cuenta son otros, ya que se desconoce en qué momento se levantarán las restricciones. Además los trámites administrativos, por mucho que se agilicen, suelen ser engorrosos. Pese a ello, Botella no se resignó: «Tenemos que pensar en que todo esté perfecto para cuando llegue la temporada de mayor afluencia. Si podemos empezar las obras el 1 de mayo, mejor que el 15. Lo ideal sería que el paseo esté transitable ya en junio, bien gracias a una intervención provisional o a una definitiva».
