Los 3,6 millones de euros en los que se presupuestó el nuevo pabellón polideportivo del Port de Sagunt ya alcanzan los 5,4 millones, un sobrecoste del 50 % que todavía está por ver si se quedará ahí. Así se desprende de la última estimación del ayuntamiento, que deberá inyectar otros 800.000 euros a este proyecto que se arrastra del Plan de Inversión Productiva en Municipios de la Comunitat Valenciana, más conocido como Plan Camps o Plan Confianza, que la Generalitat lanzó en 2009 para paliar los efectos de la crisis económica.

El consistorio de la capital de El Camp de Morvedre declaró desierto recientemente el tercer procedimiento de contratación para la finalización de estas obras, que ya llevan paralizadas casi 8 años, lo que encarece su construcción cerca de 100.000 euros por su necesario acondicionamiento. Todos los esfuerzos del ayuntamiento durante este tiempo han servido para confirmar lo que era un secreto a voces desde el primer momento, que el presupuesto inicial era insuficiente para este pabellón ideado en un principio para más de 2.700 espectadores.

Desde el comienzo esta obra estuvo marcada por los problemas. Las dos primeras empresas adjudicatarias renunciaron, una de ellas sin llegar a actuar y la otra después de ejecutar el movimiento de tierras por 90.000 euros. Pareció que a la tercera fue la vencida, cuando la siguiente constructora levantó la estructura que todavía sigue en pie y llegó a ejecutar casi un tercio del proyecto.

Sin embargo, en ese punto llegaron los impagos de la Generalitat Valenciana, que llevó a la empresa a paralizar los trabajos y a reclamar la rescisión del contrato, que la administración se vio obligada a conceder.

Entonces, el Ayuntamiento de Sagunt tuvo que completar el presupuesto, en una primera ocasión con más de 350.000 euros y en otra por 700.000, pero también estas inyecciones fueron insuficientes, como demuestra el hecho de que los dos procedimientos convocados apenas atrajeran cinco ofertas en total. Todas las empresas acabaron renunciando, una incluso tras firmar el contrato, por la insuficiente presupuestaria, pese a que el proyecto excluyó como obligatorio para incorporarlo como mejoras la construcción del aparcamiento y la instalación de gradas telescópicas.

A falta de acabar de concretar que 800.000 euros más sean suficientes, el ayuntamiento confía en que esta vez sea la definitiva para ver acabado el pabellón.