Cuatro meses después de comenzar las obras, poco a poco se van levantando las vallas. La primera de ellas se producirá hoy, cuando los operarios reabran la salida 21 de la Cv-35 que conecta València con el interior de la comarca del Camp de Túria. La vía, situada entre La Pobla de Vallbona y Benissanó, da conexión a la capital con Benaguasil, Vilamarxant y Cheste, donde se une a la A-3 que lleva a Madrid.

El enlace solo estará abierto desde València, pero no hacia Ademuz, para lo que habrá que esperar algunos meses ya que la vía se utiliza para los camiones de carga que se encargan de las obras. Así se refleja en el escrito enviado a la alcaldesa de Benissanó, Amparo Navarro, por parte de la dirección general de Obras Públicas.

La CV-50 también conecta con el eje del Túria que forman Riba-roja de Túria y Manises y que llega de vuelta hasta València.

La circulación podrá volver a utilizar esta vía que además de los municipios conecta con un buen número de urbanizaciones de Camp de Túria, un área residencial que actúa de dormitorio para la ciudad. De ahí la relevancia de la apertura de este enlace que ahora volverá a operar.

Para ver terminadas las obras de ampliación del tercer carril entre la Pobla de Vallbona y Llíria aún habrá que esperar. Esta segunda fase, que comenzó a ejecutarse en noviembre, también incluye la construcción de un segundo carril desde Casinos hasta Losa del Obispo, ya que en este tramo solo funcionaba hasta ahora un vial.

La coselleria de Obras Públicas que dirige Arcadi España invertirá en los 6 kilómetros que van desde La Pobla de Vallbona hasta Llíria un total de 11,8 millones de euros para hacer más fluido el tráfico diario que asume esta carretera entre ambos términos municipales.

Por su lado, la construcción del segundo carril durante los 16 kilómetros entre Casinos y Losa del Obispo tendrá un coste de 22,4 millones. Según los técnicos, las obras en la Cv-35 se alargarán durante 14 meses más.