Un año y medio después de encargar el proyecto, la Diputación de València ha aprobado el proyecto de mejora y ampliación de la carretera CV-681, que discurre entre las localidades de Bellreguard y Almoines y que presenta un elevado riesgo de accidentes. El trazado, casi todo sin arcenes y aprisionado entre canales de riego, presenta curvas muy pronunciadas, a lo que se suma el cruce en forma de 'T' con la carretera que conduce a Rafelcofer.

Los ayuntamientos de Bellreguard y de Almoines han solicitado durante años una actuación integral en esa carretera. Pero no solo ellos. En los últimos tiempos se han sumado otros municipios, preocupados por la gran cantidad de personas, en su mayoría estudiantes, que la utilizan para desplazarse al instituto Joan Fuster de Bellreguard, al que acuden alumnos para cursar ESO desde localidades como Beniflà, Beniarjó, Almoines y Rafelcofer.

Según ha podido saber este periódico, el proyecto va a incluir la ampliación de la calzada prácticamente en todo su recorrido, la habilitación de arcenes, la suavización de las curvas pronunciadas y la sustitución del enlace con la otra carretera, que presenta una escasa visibilidad.

Con la aprobación del proyecto, que ahora está pendiente de posibles alegaciones, se abre el proceso para proceder a las oportunas expropiaciones del terreno necesario, cuya superficie será considerable, si bien la diputación no ha comunicado todavía cuándo tiene previsto licitar los trabajos ni el presupuesto previsto para esta actuación.

Inicialmente el ente provincial quería iniciar los trabajos antes de que acabara la pasada legislatura, pero se ha tenido que dejar para la presente.

La incógnita que ahora sobrevuela sobre este y otros muchos proyectos, tanto de la diputación como de otras administraciones, es cómo puede afectar la crisis económica y las modificaciones presupuestarias que se anuncian a los plazos previstos de ejecución. Eso se analizará cuando pase el estado de alarma.