El Ayuntamiento de Benifaió ya conoce las ofertas presentadas al concurso público mediante el que se va a licitar el servicio de ayuda a domicilio y el servicio a la dependencia. El plazo de recepción de ofertas concluyó el pasado 12 de marzo y esta misma semana estaba previsto proceder a la apertura de las plicas, aunque la paralización administrativa impuesta para detener de avance del coronavirus ha frenado los trámites. Fuentes municipales cifran en cuatro las empresas que optan a un contrato de casi 735.000 euros que tendría una duración de un año prorrogable a otros tres.

La iniciativa pretende utilizar la subvención que se recibe anualmente de la Conselleria de Políticas Inclusivas para ponerla en manos de una empresa privada que se haga cargo de cinco de los ocho trabajadores que hasta ahora estaban adscritos a esa unidad del departamento de Servicios Sociales. Los afectados lamentan que ese «proceso privatizador» esté en manos de un gobierno municipal del PSPV que presumía hace apenas tres años de prestar ese servicio de manera directa y con gestión pública.

Malestar entre los empleados

Dos de los trabajadores que hasta ahora prestaban el servicio ya han anunciado su deseo de renunciar al puesto al asumirlo una empresa privada. Los cinco empleados que se debería subrogar la nueva adjudicataria «consideran que el proceso vulnera sus derechos, empeorará sus condiciones laborales y creará inseguridad y temporalidad» mientras que el ayuntamiento «perderá el control público» al ceder el trabajo a una empresa cuyo objetivo «es ganar dinero por encima de cualquier otra consideración».

La alcaldesa, Marta Ortiz, niega que se trate de una privatización porque el trabajo estará gestionado por una funcionaria del ayuntamiento que se encargará de organizar el servicio que deberán cubrir los empleados de la empresa concesionaria, que deberá respetar las condiciones laborales del personal y no alterará la atención a los usuarios «con el fin de evitar desorientaciones y desajustes en la intimidad familiar».