Muchas son las cosas que cambiarán, en cuanto a inversiones públicas, una vez pase la tremenda tormenta generada en la crisis del coronavirus, pero ayer la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, recibió una buena noticia para la ciudad. Rubén Martínez Dalmau, vicepresidente del Consell de la Generalitat y responsable del departamento de Vivienda, garantizó a la primera autoridad municipal que, pase lo que pase, se va a mantener el proyecto de inversión de la llamada Área de Regeneración y Renovación Urbana (Arrur) que se aprobó para el distrito del Raval.
Morant y el conseller mantuvieron una videoconferencia en la mañana de ayer para abordar aspectos que competen al ayuntamiento y al departamento de Vivienda y Arquitectura Bioclimática de la Generalitat, y en ese encuentro a distancia Martínez Dalmau garantizó que el Arrur del Raval seguiría adelante.
El Arrur contempla la inversión de unos 2,8 millones de euros en más de un centenar de viviendas y en espacios públicos degradados del Raval. Para las viviendas, con aportación económica parcial de los propietarios, se actuará sobre todo en obras de accesibilidad, mejora y rehabilitación de fachadas y en eficiencia energética.
En los espacios públicos el ayuntamiento prepara proyectos para «esponjar» algunos rincones de la trama urbana, entre los que está el entorno del Centro Social, así como la renovación de calles y plazas, entre las que estará, con toda seguridad, la de Morán Roda, la arteria que comunica ese distrito gandiense con el paseo de les Germanies.
Además, el Arrur del Raval se enmarca en la línea de actuaciones que se han comprometido a impulsar tanto el Ayuntamiento de Gandia como la Generalitat para dirigir las promociones urbanísticas a la renovación de viviendas o a la construcción de nuevas, pero siempre dentro del actual mapa de suelo urbano, evitando así la ampliación de la trama de la ciudad y el consumo de más territorio. Ese es otro de los aspectos de la «sostenibilidad» que comparten las dos administraciones.
Durante la reunión entre Morant y Dalmau también se abordaron las iniciativas, ya en marcha, de condonar el alquiler de pisos sociales de Gandia, que benefician a medio millar de personas, así como la prohibición de desahuciar a nadie mientras dure el estado de alarma.
Pero los dos responsables también afrontaron qué hacer cuando esta situación de confinamiento de la población y parálisis económica acabe, porque la recuperación va a ser lenta y muy difícil para muchas empresas y familias que han visto significativamente mermados sus ingresos.
Así, para lo que Diana Morant definió como la «post emergencia», se están preparando una serie de medidas, entre ellas el incremento del parque público de viviendas, que se pondrá a disposición de personas o familias que, con su renta, no puedan acceder al mercado libre.
«La vivienda va a ser uno de los principales objetivos de la administración, un instrumento para aligerar la situación de muchas familias que se van a ver afectadas por la crisis de la pandemia que estamos sufriendo», concluyó la alcaldesa de la ciudad.
