Cuando pase la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, la Diputació de València deberá determinar, en arreglo al dinero que le quede para infraestructuras, el momento para destinar 1,2 millones de euros en el proyecto de mejora de la carretera que comunica los municipios de Bellreguard y Almoines.
Porque esa es la cifra que se necesita para la obra de acuerdo con el proyecto que acaba de ser aprobado por la institución provincial y al que ha tenido acceso este periódico.
Se trata de una actuación que es importante, al menos más que otras mejoras de carreteras que también están pendientes, porque el documento de los técnicos corrobora lo que todos en la Safor ya saben. El actual trazado presenta «un elevado potencial de accidentabilidad».
El detalle del proyecto aprobado amplía la actual plataforma, que es de seis metros, hasta un total de nueve. En esa franja se incluyen doble calzada de tres metros cada una, otros dos arcenes, que hoy no existen, y otros dos separadores para la recogida y canalización de aguas pluviales.
Además, la diputación ha tenido en cuenta, como le pidieron los ayuntamientos implicados, añadir un carril ciclo peatonal en toda la nueva franja de actuación, que alcanza casi un kilómetro.
Casi en el centro de ese trazado se encuentra el peligroso enlace en forma de 'T' que conecta con la carretera de Bellreguard y en el que se han producido accidentes por la escasa visibilidad que presenta. Allí los técnicos han situado una rotonda con un diámetro de 23 metros.
Aunque, para ahorrar recursos, la obra aprovechará al máximo la actual plataforma de la carretera, se plantea un trazado diferente para las varias curvas sinuosas, e igualmente peligrosas.
Aunque el diseño permitiría circular a 80 kilómetros por hora, la diputación contempla limitar la velocidad a 60, reduciendo así el riesgo de accidentes, más aún en un tramo habitualmente usado por autobuses y vehículos particulares que llevan a los alumnos de varios municipios hasta el instituto de Educación Secundaria Joan Fuster de Bellreguard.
El proyecto supondrá la ocupación de 19.626 metros cuadrados de suelo, que deberán ser expropiados por un valor aproximado de 115.000 euros.
En estos momentos en la Diputació de València nadie se atreve a dar fechas sobre cuándo se procedería a la licitación. Las fuentes consultadas señalan que ahora todos los trámites están suspendidos por el estado de alarma y que habrá que esperar a la recuperación de una cierta normalidad para poder retomar el trámite que llevaría a las obras.
