La dimisión del teniente de alcalde de Canals y concejal de Economía, Pere Pau Martínez, complica la gobernabilidad en esta localidad de la Costera ya que la oposición viene criticando desde hace meses que no hay todavía presupuesto para 2020, y que esta situación aboca al consistorio a cierta parálisis. De hecho, a finales de enero ya reprocharon al equipo de gobierno que dirige Mai Castells (Compromís) que la gestión municipal estaba muy parada, «sin ni siquiera un borrador» para los presupuestos y que no existía ningún gran proyecto en marcha. Hay otro problema; en plena crisis sanitaria y dado el estado de alarma, es momento de tomar decisiones políticas en materia económica muy importantes que, de momento, tiene que asumir la alcaldesa.
A petición de Levante-EMV, la primer edil señaló ayer que en la renuncia de Martínez solo hay «motivos personales» y negó tajantemente que se deba a desavenencias políticas. La alcaldesa avanzó que «en unos días» el ya exregidor dará más detalles de su renuncia, pero insistió en que lo hará en clave personal. Castells tampoco aseguró que su relevo en el pleno (que no tiene fecha aún) sea la número seis de la lista de las pasadas municipales. «Lo estamos hablando aún todo, no puedo concretar si será ella», quiso zanjar.
Con la renuncia de Martínez, los miembros de la Junta de Gobierno que preside la alcaldesa Castells pasan a ser Vicente Tornero, Celia Bononad, Miguel Angel Alventosa y Verónica Ferri. En ese mismo orden, los tres primeros siguen al frente de las tenencias de alcaldía primera, segunda y tercera, quedando vacante la cuarta, la que deja el edil dimitido. Su renuncia ya es efectiva: se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia de Valencia el pasado día 30.
La gobernabilidad en Canals no está siendo nada fácil. La composición política del consistorio surgida tras el 26M apuntaba a un claro pacto de izquierdas ya que pese a ganar el PP en votos (cinco ediles) Compromís tenía también cinco concejales; Canals en Moviment (en la órbita ideológica de Podemos) dos y el PSPV-PSOE tres, lo que sumaba once de los 17 posibles: la mayoría absoluta está en nueve. Mientras que la derecha tenía solo los del PP y dos de Ciudadanos (siete). Pero Compromís y los socialistas no llegaron a ningún acuerdo, y como a los nacionalistas, dispuestos a gobernar, le faltaban dos apoyos los recabó de Ciudadanos, cuyos dos concejales (uno de ellos, Celia Bononad, venía del PP en el anterior mandato) fueron expulsados de inmediato por la dirección del partido ya que Cs tiene prohibido a los suyos cualquier acercamiento a partidos de corte nacionalista. Esto último hace que en la práctica „y está denunciado por la oposición„ el gobierno se sustente en dos tránsfugas. Ambos tienen asignadas también varias delegaciones.
