Todo el monte es orégano para los conejos, que proliferan ahora que los vecinos están confinados. Y no están tontos. Se comen los brotes más golosos, que son los de las viñas. De ahí que la concejalía de Agricultura de Teulada-Moraira, que dirige Alejandro Llobell, haya pedido a la conselleria de Agricultura que conceda un permiso especial para poder cazar a esos conejos de monte que están dañando las cepas y ponen en peligro la próxima vendimia de uva de moscatel de Alejandría.

La concejalía es consciente de que cazar no es una actividad permitida en la actual situación de estado de alarma y confinamiento de la población. Pero el Consell Agrari Municipal y l'Associació d'Agricultors de Moscatell le han advertido de que el estrago que están provocando estos animales silvestres amenaza la cosecha de uva.

El consistorio ha enviado la solicitud para poder organizar a los cazadores y, siempre cumpliendo las medidas de seguridad sanitaria (mantener las distancias y llevar elementos de protección como mascarillas), encomendarles que reduzcan la creciente población de conejos. Avisa de que los daños que están sufriendo los viñedos pueden ser irreversibles. Y le recuerda a la conselleria de Agricultura que la uva de moscatel y la producción de vino son uno de los sectores productivos tradicionales de Teulada-Moraira.

El municipio cuenta, de hecho, con una de las cooperativas y bodega de vino más potentes de la Marina Alta.