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Las aves protegidas vuelven a un marjal de Almardà que sigue sin turbina para regular el agua

Varias especies en peligro de extinción nidifican en el humedal saguntino - Por primera vez, se ha visto en primavera un ejemplar de "águila pescadora" - Hay flamencos asentados en tres zonas

Vista del humedal, hace unos días. levante-emv

Numerosas especies de aves protegidas han vuelto a encontrar su particular paraíso en el marjal de Almardà, en Sagunt; un enclave que, sin embargo, sigue sin la turbina anunciada por la Conselleria de Agricultura hace más de dos años que iba a permitir gestionar correctamente los niveles de agua del humedal. No obstante, mientras las obras de esa instalación continúan sin empezarse, como se prometió hace meses, la mejora experimentada en el ecosistema ha vuelto a convertirlo en un lugar lleno de vida, sobre todo, en esta primavera atípica, justo cuando la crisis del coronavirus ha reducido al máximo tanto el tráfico rodado como la actividad en los alrededores del humedal, una mejora mediambiental que añade placidez a la fauna.

De momento, hay constancia de nidos de cigueñuelas, patos colorados, fochas, calamones y avetorillos. Incluso se han visto ejemplares de garzas reales y garzas imperiales criando en la zona, así como grupos del cada vez más escaso «fumarel cariblanco», lo que hace albergar esperanzas de que pueda llegar a reproducirse en la zona. Así lo explicaba a Levante-EMV Juan Ruiz, uno de los integrantes de Acció Ecologista Agró que gestiona el centro de voluntariado del humedal y que hace unos días tuvo que acudir a la zona a abrir el recinto, a petición del ayuntamiento, que es el propietario del edificio. «Lo que pude ver en mi camino hacia allí fue espectacular, la zona de reserva de fauna silvestre estaba con mucha agua, quizás demasiada, pero lo han agradecido los patos colorados y las fochas que tienen montada una guardería importante. Además, había especies de todo tipo y muchas protegidas», resumía.

Águila pescadora

No obstante, uno de los detalles que más llamó su atención fue la presencia de un águila pescadora (Pandion haliaetus), una especie que la Conselleria está intentando reproducir en lugares como el marjal de Pego. «No es nada habitual verlas por aquí en estas fechas y aunque aún es pronto para saber si solo estará de paso o no, al menos, nos abre la puerta a la esperanza de que se pueda quedar y, en todo caso, siempre es un buen indicador de la mejora que ha experimentando el humedal en los últimos años», añadía Ruiz.

Otro aspecto que ha llamado la atención a los ecologistas es que, «por primera vez, se ven flamencos en tres lugares diferentes del humedal, de acuerdo con las informaciones que hemos ido recogiendo», apuntaba otro integrante de Agró, Enric Amer.

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