Durante las próximas semanas solo podrá celebrarse la victoria de la sociedad frente al coronavirus. Motivo más que suficiente para alegrar vidas y conciencias. Será una de las pocas explosiones de júbilo colectivas que se consientan, aunque a tenor de las previsiones que manejan las autoridades será más bien la suma de satisfacciones individuales, porque las celebraciones masivas no estarán permitidas. Las fiestas tradicionales, las patronales que impulsan cada los municipios, no van a convocarse, al menos las que el calendario solía ofrecer en los próximos meses. El alud de cancelaciones es abrumador.

Algunas de las históricas ya han sucumbido frente al coronavirus: la Magdalena de Castelló, las masivas procesiones de Semana Santa, la fiesta de San Vicente de València, la popular Aurora de Cullera, la Tomatina de Buñol, el bullicioso Domingo de Ramos de Alberic. Pero la lista de víctimas crece exponencialmente. Ayer se anunció la cancelación de otra de las grandes: la fiesta de Sant Bernat de Alzira, cuyos conciertos nocturnos atraen cada año a miles de personas hasta la capital de la Ribera Alta. Actuaciones como las de La Oreja de Van Cogh o Ketama ya no podrán disfrutarse a mediados de julio.

La tradicional Romería a la Murta tampoco recorrerá este año los ocho kilómetros que separan Alzira de las ruinas del monasterio enclavado en el corazón del valle. Sin salir de la Ribera, también se han anulado las fiestas patronales de Almussafes, La Pobla Llarga, Llombai y la Feria y Fiestas que Alberic celebra a lo largo del mes de junio.

Las fiestas de la Marina Alta caen igualmente como fichas de dominó. Esta semana se han suspendido dos de los 'monumentos' festivos de la comarca, las fiestas de Sant Bonavetura de Pedreguer (sus actos taurinos son de tanto trapío que al municipio se le conoce como «la catedral dels bous al carrer») y la Festa Major de Dénia y sus «bous a la mar». Estas celebraciones son a mediados de julio. Pero las de agosto también han empezado ya a cancelarse. Este año las «filaes» moras y cristianas no conquistarán las calles de Dénia. Esta celebración se deja ya para 2021. También las fiestas de agosto de Xaló, en honor a Sant Doménec, se han suspendido y se harán el próximo año. Mientras, Calp se resiste a ese año en blanco en las fiestas. La alcaldes, Ana Sala, ha expresado hoy su pesar ante la posibilidad de que se caigan también las fiestas de agosto en honor a la Mare de Déu de les Neus. La próxima semana mantendrá una reunión con la comisión de fiestas y se tomará una decisión. Sala ha advertido de que los protagonistas son siempre los vecinos que cumplen 8, 18 y 38 años. «Si no se celebran, estas personas ya no tendrán sus fiestas», ha indicado. «Algo tenemos que salvar».

Los vecinos de Torrent tampoco podrán disfrutar este año de la semana de Moros i Cristians que llena las calles de color en el mes de julio. Asimismo, el Ayuntamiento de Benetússer ha decretado por unanimidad cancelar la celebración de sus Fiestas Mayores 2020 tras consultar la opinión de la comisión de festejos y de la Coordinadora de Moros i Cristians. El goteo de suspensiones es diario. Poca fiesta este año.

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