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Los municipios se preparan para abrir las playas en el verano más complicado

La propuesta de Andalucía de limitar aforos genera acogidas dispares entre los alcaldes valencianos

La playa de San Antonio, en Cullera, en una imagen tomada el miércoles, durante el temporal. vicent m. pastor

Es la gran pregunta sin respuesta. El verano está a la vuelta de la esquina y aún está por aclarar cómo afrontarán los municipios turísticos la que es su principal temporada del año. Un estío atípico marcado por la pandemia del coronavirus y en medio de un mar de incertidumbres. El presidente andaluz, Juanma Moreno, ha abierto el debate con su propuesta de aforos limitados en las playas. Estas son las iniciativas de las principales localidades costeras valencianas.

La seguridad como eje para atraer a turistas nacionales

Los municipios de la comarca de la Safor se han lanzado a una lucha sin cuartel por atraer turistas el próximo verano. En un momento en el que ni siquiera se sabe si habrá o no temporada turística y, en caso de que sí la haya, en qué condiciones, los ayuntamientos se han visto obligados a cambiar la planificación.

El mercado nacional es la tarta que deberán repartirse las playas de la Safor el próximo verano. Para ello, lo primero que quieren vender es seguridad. El objetivo es que el turista pueda disfrutar sin miedo a contagiarse.

Gandia, con el afán de adelantarse, ya anunció hace unos días que pondrá en marcha medidas para garantizar que en la playa se cumplen las medidas de distanciamiento. Para ello se quiere aprovechar la amplitud que presenta el litoral gandiense. Además, los hosteleros también se comprometen a garantizar que se cumpla el distanciamiento.

Dentro de esa batalla, Tavernes de la Valldigna se reivindica como una playa «mucho menos masificada» en la que, a diferencia de otras próximas, «no habrá problemas en mantener la distancia social recomendada para evitar la expansión del coronavirus porque aquí nunca se llena y siempre hay sitio», indica el concejal Josep Llàcer.

El otro reto pasa por salvar a la hostelería de la playa y las empresas locales. Para ello se está trabajando junto al sector inmobiliario en una propuesta para que los apartamentos turísticos se conviertan en una especie de apartahoteles. De ese modo, los turistas que quieran pasar sus vacaciones en Tavernes podrán contratar un paquete que incluya el alquiler de apartamento y un régimen de pensión para comer en los restaurantes de la playa como si fuese un hotel. «Vamos a hacer campañas en las redes identificando a quién queremos dirigir las actividades que tenemos previstas», es decir, turismo familiar nacional.

Tavernes, además, quiere pedir a Costas la exención del canon para ocupación del suelo marítimo terrestre de los chiringuitos y que se amplíe la zona que estos establecimientos pueden ocupar para que quepan los mismos clientes pero en un espacio mayor poder garantizar el distanciamiento entre ellos.

Oliva también ha enfocado su planificación del mapa turístico nacional mediante dos vías: la primera es la de visibilizar los importantes recursos turísticos que tiene la ciudad y la segunda, dinamizar la hostelería y las empresas turísticas locales.

El alcalde de Xeraco, Avelino Mascarell, por su parte, también defiende la de este municipio como una playa mucho menos masificada y recuerda, además, que hay cuatro kilómetros de costa y 500 metros de arena para los bañistas.

Promoción de las playas amplias y cierre de calas, si es necesario

En la Marina Alta confían en salvar la temporada de verano con las segundas residencias y la aplicación de medidas que garanticen el llamado distanciamiento social. En Dénia, su alcalde, Vicent Grimalt, destinará 25.000 euros para campañas turísticas de promoción de la ciudad y

Mientras, el alcalde de Xàbia, José Chulvi, espera que no se llegue al extremo de establecer un aforo en las playas como en Andalucía. «Sería una buena señal. Pero Xàbia estará a lo que dispongan las autoridades sanitarias». Y recalca que «la seguridad de las personas está por encima de todo. Acataremos e implementaremos todas las medidas que sean necesarias para poder disfrutar de nuestro litoral en las máximas condiciones de seguridad y prevención». La alcaldesa de Calp, Ana Sala, se muestra partidaria de empezar a preparar ya la campaña turística, pero advierte de que hasta que el Gobierno no detalle cómo y cuándo va a ser la desescalada, «no podemos hacer mucho». «Adoptaremos las medidas que sean necesarias, con toda la seguridad necesaria, para salvar los muebles y que las empresas puedan pagar gastos y no sucumbir», añade.

La complicación de controlar los 15 kilómetros de playa de Cullera

Las poblaciones turísticas de la comarca de la Ribera Baixa se han mostrado cautas ante la propuesta del presidente de la Junta de Andalucía. El Ayuntamiento de Cullera ha alertado de la complejidad de controlar el acceso a los 15 kilómetros de costa que tiene la localidad. Tanto Cullera como El Perelló consideran que «es una decisión que deberán de tomar inicialmente las autoridades sanitarias y después cada municipio tendrá que ver la forma más correcta de adaptarla».

Una vez se levante el confinamiento, ambos municipios consideran imprescindible reunirse con los representantes del sector turístico para estudiar las posibilidades reales de aprovechar la temporada en un año que saben se presenta muy complicado. La Concejalía de Turismo de Cullera ha empezado a analizar documentos y propuestas para intentar estar organizados para cuando llegue el momento.

A la espera de lo que dictaminen el ministerio y la conselleria

En la comarca de l'Horta, la postura de los consistorios costeros es dispar. La alcaldesa de Puçol, Paz Carceller, explica que la intención del Ejecutivo local es, «salvo que el Gobierno lo prohíba expresamente», abrir las playas, «pero con todas las medidas de seguridad y control que sean necesarias, y respetando en todo caso los aforos que nos indiquen». Y puntualiza que la playa de Puçol es «familiar, sin plazas hoteleras, salvo los cámpines, y pensamos que es positivo que se mantengan los servicios». De hecho, Carceller anuncia que ya han comenzado los trámites para la licitación del servicio de socorrismo.

Por su parte, el alcalde de la Pobla de Farnals, Enric Palanca, asegura que debe ser la conselleria la encargada de coordinar el control de los 300 metros de playa, que en su considera «relativamente fácil porque tenemos pocos metros de costa».

Desde el Puig, fuentes municipales afirman que si bien es cierto que tienen la intención de poner en marcha toda la maquinaria para que las playas estén a punto para la temporada estival, «serán los ministerios que tienen las competencias los que determinen qué podemos hacer».

Prudencia hasta tener controlada la expansión del coronavirus

Darío Moreno asegura que para el equipo de gobierno de Sagunt la seguridad siempre ha sido una prioridad y, por ello, considera que «habrá que ver cómo se produce la desescalada, pero desde luego en este concepto de seguridad tendremos que incluir elementos nuevos debido a la crisis sanitaria». Y recuerda que la playa ha sido declarada como la más segura de España. Más tajante se muestra el alcalde de Canet d'En Berenguer, Pere Antoni Chordà, quien cree que «ahora lo importante es frenar la expansión del coronavirus, pues en nuestra área de salud sigue aumentando la cifra de contagiados». Así, aunque admitía que el ayuntamiento canetero está trabajando para tener la playa lista barajando todo tipo de escenarios, opina que «aún queda mucho camino».

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