El conductor que empotró un tráiler contra una vivienda de Alzira en la madrugada del domingo había consumido cocaína, marihuana y alcohol antes de ponerse al volante del vehículo. Además, según reconoció él mismo, el objetivo de su desplazamiento era el de adquirir más productos estupefacientes.

La huella de su periplo todavía es visible. Su recorrido tenía todos los ingredientes para acabar mal, aunque afortunadamente sólo hubo que lamentar daños materiales: a altas horas de la madrugada en pleno confinamiento, por calles estrechas, con un vehículo de gran tamaño (y no autorizado para circular por el casco urbano) y con una elevada dosis de droga y alcohol en el cuerpo. Destrozó las paredes de un garaje en la esquina de las calles Pavía e Independencia y luego provocó importantes desperfectos en dos turismos.

Tumbó un par de señales de tráfico durante un giro imposible para el tráiler y no frenó su marcha hasta ser interceptado por los agentes 300 metros más allá. Ayer el lamentable estado de la vivienda contra la que colisionó centraba la mirada de los transeúntes. La empresa propietaria del camión, domiciliada en el municipio conquense de Casasimarro, envió otro conductor, que retiró el tráiler de la vía pública en la mañana del domingo.

El incidente se produjo pasada la una de la madrugada. Concretamente, el aviso llegó al 112 a las 01.47 horas. Los agentes de la Policía Local hallaron al conductor del tráiler en la cabina del vehículo, tras haberlo estacionado con poco tino. Se interesaron por su estado de salud, ya que se pensaban que había sufrido algún percance. Tras preguntar por lo ocurrido, la respuesta fue clara y concisa: había consumido drogas. De hecho, se jactó de haber tomado alcohol, cocaína y heroína y reconoció que el objetivo de su desplazamiento era adquirir más sustancias estupefacientes.

Aunque se mostró poco cooperativo, los agentes le detuvieron y le llevaron al centro de salud, donde se le practicaron pruebas de reconocimiento. Mientras, los bomberos se personaron en la vivienda afectada para comprobar que no existían daños estructurales de gravedad. La finca ha quedado inhabitable por el momento, ya que carece de servicios básicos. De hecho, tuvieron que cortar el suministro de agua, ya que las conducciones resultaron dañadas tras producirse una fuga.

Dos horas después del incidente, el conductor alertó a los agentes de que se encontraba mal, por lo que fue trasladado al hospital, donde se le realizaron varias pruebas para, de nuevo, regresar al retén. El detenido ya ha pasado a disposición judicial.

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