El conductor del tráiler es un alcireño de 34 años. Aunque cabría esperar que conociese mínimamente la ciudad, y por tanto, la imposibilidad de circular con un vehículo de dimensiones tan grandes por calles tan estrechas, su estado de embriaguez le impidió ser consciente de la complicada maniobra que pretendía ejecutar. De hecho, llegó a ofrecer porros a los agentes de la Policía Local desplazados, quienes comprobaron que había guardado droga en la cabina del vehículo. Un agravante que se suma al delito contra la seguridad vial que cometió durante su temerario desplazamiento nocturno.