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Cerrados

Un año sin paelleros en Rocafort

El ayuntamiento clausuró la instalación por quejas vecinales y no prevé su reapertura en 2020

Los paelleros vallados para evitar su uso desde 2019. l-emv

Un año después de que el Ayuntamiento de Rocafort decidiera clausurar los paelleros como consecuencia de las quejas vecinales y el informe de la Policía Local, la instalación situada en el barrio del Bovalar sigue clausurada y sin una previsión concreta de reapertura. Es más, el actual alcalde Guillermo José avanza que durante 2020 seguirán precintados.

Fue justo el 8 de mayo de 2019, cuando el entonces alcalde, Víctor Jiménez (PSOE) firmaba el decreto por el que clausuraba los paelleros. Lo hacía en base a un informe técnico municipal que recomendaba su cierre, y a otro documento de la Policía Local, donde se ponía de manifiesto la problemática existente por el uso indebido de la instalación y las intervenciones que tuvieron que realizar los agentes en la zona por las quejas vecinales ante las molestias que causaban los usuarios y los incumplimientos de los horarios.

En este sentido, la Policía Local también consideraba necesario clausurar los paelleros, para dotarlos de unos sistemas que permitieran su cierre ante cualquier circunstancia de emergencia o su uso fuera del horario establecido, así como una normativa que regule el correcto funcionamiento de la instalación, garantizando seguridad y convivencia.

Con la instalación clausurada año y medio después de su apertura (agosto de 2017), el objetivo de la administración local era acometer la redacción de una normativa específica sobre su uso para mitigar al máximo posible las molestias sobre los vecinos de la zona residencial próxima, ya que durante el tiempo que permanecieron abiertos se produjo un goteo de llamadas por quejas, así como escritos presentados por registro de entrada.

Pero han pasado 365 días y no hay normativa redactada que permita la reapertura de la instalación. «Nuestro objetivo es que para que nos planteemos volver a abrirlos, además de un reglamento que rija su uso, se debe vallar el perímetro de la zona y construir un muro para controlar el aforo y los accesos, y que permita su cierre para evitar la presencia de gente fuera de horario», explica el alcalde Guillermo José.

Y dicha apertura no será posible en lo que queda de 2020. «Este año seguro que no se van a abrir, ya que para ello es preciso acometer un gasto, que teníamos previsto realizar mediante las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) a cuenta del superávit, pero con la crisis sanitaria y económica causada por el coronavirus, hay que destinar partidas como esa a cuestiones más importantes».

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