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Tavernes soluciona la accesibilidad de la playa tras 15 años de reivindicaciones

El alumnado del taller de empleo construye rampas provisionales en la zona norte a la espera de que en octubre arranque la reurbanización de Blasco Ibáñez

Tavernes soluciona la accesibilidad de la playa tras 15 años de reivindicaciones

Después de 15 años de reivindicaciones, las personas con movilidad reducida podrán, por fin, desplazarse hacia el norte del casco urbano de la playa de Tavernes de la Valldigna (o viceversa) haciendo uso de las aceras. El ayuntamiento ha habilitado rampas en todos aquellos puntos que carecían de ellas en el tramo que va desde la zona del final de la avenida de la Marina, en el Luna Park, hasta el Lago Azul.

Para lograr que por fin les hicieran caso, la asociación Valldigna Accessible, tuvo que hacerse ver el pasado verano. La mejor manera que encontraron para mostrar su hartazgo fue organizar «passejades» que cubrían este trayecto. Fueron dos marchas en las que casi un centenar de personas ocuparon la calzada para mostrar la realidad que vivían cuando querían llegar hasta el mercadillo de los sábados, es decir, la de no poder utilizar las aceras debido a las barreras arquitectónicas.

Fue el primer incendio al que tuvo que hacer frente el recién nombrado alcalde, Sergi González. Se comprometió en público a que para el verano del 2020 estaría solucionado y lo ha cumplido.

En realidad, se trata de rampas provisionales, que han sido habilitadas por los alumnos y alumnas del taller de empleo que actualmente está en marcha en la localidad. Las definitivas están recogidas en el proyecto de reurbanización de la calle Blasco Ibáñez, cuyas obras se prevé que empiecen el próximo octubre. «Agradecemos mucho el trabajo que han hecho porque hay que tener en cuenta que están aprendiendo y no son especialistas en la construcción de rampas». Decía ayer el presidente de Valldigna Accessible, Francisco Javier Chordà.

Supervisión de las obras

La actuación se ha llevado a cabo siguiendo las directrices de este colectivo, que previamente había entregado al ayuntamiento un documento en el que señalaba aquellos puntos del itinerario con carencia de accesos. El secretario, Vicent Grau, ha sido uno de los encargados de supervisar los trabajos. En algunos puntos, como él mismo explicaba, se ha modificado la estructura de las rampas a petición de la entidad porque no cumplían exactamente con las necesidades de las personas con movilidad reducida.

Desde Valldigna Accessible aclaran que se trata de rampas practicables, que no accesibles. La diferencia está en que las primeras, aunque permiten superar las barreras, no están homologadas. Se muestran «satisfechos» en la medida de que los usuarios de sillas de ruedas ya pueden hacer el itinerario de forma segura, aunque lamentan que se haya tardado tanto. «No nos gusta hacer manifestaciones pero era la única manera de hacernos visibles. De hecho, no queremos hacer más, queremos que se respeten nuestros derechos», indicaba Grau. El alcalde, por su parte, hace hincapié en el cumplimiento del compromiso y destaca que «ha sido un trabajo de colaboración total con la asociación». González asegura que la pandemia ha retrasado la obra «que habría estado acabada en Semana Santa».

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