Doce de los 23 pueblos valencianos con menos de 100 habitantes tienen saldos de población positivos en 2019, año en el que más personas se empadronaron de las que se dieron de baja, según datos del INE. En concreto, Castell de Cabres, Palanques, Villores, Herbés, Vallat, Pavías, Villamalur, Torrechiva, Mater, Fuentes de Ayódar, Carrícola y Benillup sumaron más empadronamientos que bajas, frente a Sempere, Fuente la Reina, Higueras, Tollos, Villanueva de Viver, Puebla de San Miguel, Sacañet, Torralba del Pinar, Vallibona, Espadilla y Toga, con menos. Además, Famorca es el único que no varió, al tener tres empadronamientos y tres bajas.

Asimismo, los dos pueblos valencianos más pequeños sumaron habitantes: en Castell de Cabres se empadronaron cinco personas y no se dio de baja ninguna, y en Palanques, hay cuatro nuevos empadronamientos, y tampoco perdieron ningún vecino. Se trata de cifras especialmente relevantes ya que se trata de dos municipios que a principios de 2019 contaban con 17 y 30 habitantes.

En el lado contrario está Tollos, con 57 habitantes a 1 de enero de 2019, y que ha visto como se han dado de baja 21 personas, mientras que solo tres se han dado de alta. En total, esta localidad registra un saldo negativo de 18 personas, casi un tercio de su población. Las únicas dos localidades que no han registrado altas en sus padrones en toda la C. Valenciana, y las únicas tres que no han registrado bajas, se encuentran en este grupo de municipios: Sempere y la Puebla de San Miguel no han sumado vecinos,y han perdido cuatro y un habitantes respectivamente.

En el lado contrario, Castell de Cabres, Palanques y Pavías no han perdido población en 2019, mientras que Herbés, Vallibona, Villamalur o Villores solo han tenido una o dos bajas en su censo.

Además, hay varias localidades que han sumado más de 10 nuevos empadronamientos: en Vallat (10 personas y cinco bajas); en Torrechiva (12 nuevos vecinos y tres bajas); en Carrícola (13 altas y seis bajas); y en Benillup (con 11 altas y 10 bajas).

Destacable es el caso de Villamalur, que con apenas 62 habitantes sumó 43 altas y dos bajas, lo que trajo polémica al acusar el PP al PSOE de «adulterar el censo».