El confinamiento se convirtió en oportunidad. Sin salir de casa, sin necesidad de ser vistos juntos. Las reuniones telemáticas, extendidas a la fuerza debido a la situación provocada por el coronavirus permitió llevar las negociaciones de la forma más discreta. Sin miradas que pudieran alertar de que había movimiento en los bandos nacionalista y socialista, los equipos de cada partido se pusieron en marcha para cerrar un pacto que se venía barruntando desde el día siguiente de las elecciones del 26 de mayo del 2019. Ha sido un año con acercamientos puntuales, donde por momentos parecía que todo estaba hecho para, al día siguiente, enfriarse el asunto y que las posturas no pudieran estar más alejadas.
La diferencia la explicaba el secretario general del PSPV y exconcejal, Víctor Borràs, ayer durante la firma del acuerdo. «La situación social ha cambiado mucho en estos meses por una crisis sanitaria que afecta a los vecinos de Tavernes y nos obliga a ser más responsables y trabajar conjuntamente». En esa misma línea se pronunció la portavoz socialista, Lara Romero, quien antes de empezar el acto señaló que «este pacto es una forma de dar respuesta a las necesidades que hoy por hoy tiene Tavernes provocadas por la crisis sanitarios que hemos vivido».
Compromís ha gobernado en minoría estos meses y ciertamente no se ha encontrado con muchas trabas a su gestión, pudiendo sacar adelante proyectos importantes, aunque tuviera que ser a la segunda, como en el caso del césped del campo de fútbol. En este tiempo, curiosamente, el PSPV no ha sido un socio preferente. Es más, se opuso a la operación para cambiar el tapiz del campo de fútbol, aunque la relación no ha sido mala. Eso ha hecho que la posibilidad siempre haya estado ahí.
Ambos partidos escenificaron la tarde de ayer un acuerdo que ya había adelantado Levante-EMV unos días antes. Como la moda es bautizar los pactos, creyeron que lo más conveniente era elegir un punto emblemático de la ciudad, tanto que incluso está en el escudo. El «Pacte de la Torre de Guaita» echaba a andar en un acto que tuvo lugar en este simbólico paraje con la presencia de militantes y concejales de las dos formaciones.
Los partidos quieren trasladar al nuevo acuerdo la fortaleza de una torre que lleva cinco siglos en pie. Los encargados de rubricar el documento, que en tres páginas desgrana lo principal del acuerdo, fueron la secretaria local de Compromís, Raquel Pons, el alcalde, de este mismo partido, Sergi González, el secretario general del PSPV, Víctor Borràs y la portavoz del grupo municipal socialista, Lara Romero.
Reforzar la Junta de Gobierno
El acuerdo aborda varias líneas. En primer lugar reforzar la participación ciudadana y asociativa, fomentar el empleo y la recuperación económica para superar el Covid-19, seguir aplicando las políticas de igualdad, crear una oficina de atención a víctimas de la LGTBIfobia, abrir la piscina cubierta y desestacionalizar la playa.
Lara Romero se incorpora como tercera teniente de alcalde a una Junta de Gobierno a la que se dotará de contenido. Además asume Deportes, Turismo, Diversidad y Participación Ciudadana. Por otra parte, se incorpora como edil Miquel Tur, número tres de la lista, tras la salida de Víctor Borràs. El nuevo concejal asume Juventud, Patrimonio y Transparencia.
El acuerdo incluye una comisión de seguimiento del pacto formada por tres miembros de cada partido. Respecto a enfrentamientos pasados, el alcalde, Sergi González, señaló que se trata «de un asunto del pasado y es en el pasado donde se queda».
