La tormenta de agua y pedrisco que barrió la provincia de Valencia del interior a la costa, con especial afectación a la Plana de Utiel-Requena, deja cuantiosos daños en el campo que podrían ascender a los treinta millones de euros. Especialmente en los cultivos de vid, pero también en frutales, almendro y olivos. En total, más de 30.000 hectáreas afectadas en el episodio «más devastador de los últimos treinta años en la comarca», según AVA-Asaja. Según una primera valoración efectuada sobre el terreno, casi 15.000 hectáreas registran daños superiores al 70% de la producción.

La franja que se ha llevado la peor parte afecta sobre todo a los términos municipales de Camporrobles, Fuenterrobles, Villargordo del Cabriel y Venta del Moro. «El cultivo más castigado es la viña, no solo por la destrucción de cosechas de cara a la próxima vendimia, sino también por las lesiones en la madera que dificultarán las labores de poda y repercutirán muy negativamente en la producción de los años siguientes», apuntan desde AVA y la Unió de Llauradors. El arrastre de tierras ocasionado por las precipitaciones torrenciales ha tumbado estructuras de espalderas que sostienen las viñas, lo que obligará a los agricultores a realizar inversiones para replantar sus explotaciones, señalan las dos organizaciones agrarias.

En cuanto a las infraestructuras agrarias, además de las espalderas de viñedo, se aprecian graves desperfectos en caminos rurales, muros, márgenes de campos o instalaciones de riego. En la misma línea se expresa la Unió de Llauradors, que habla de pérdidas de más de veinte millones en la zona siniestrada.

Tratamientos fungicidas

AVA-Asaja solicitaba ayer a la conselleria de Agricultura que facilite, a la mayor brevedad posible, tratamientos fungicidas que permitan cicatrizar las heridas en la madera y evitar así la introducción de hongos en el interior de los cultivos, si bien advierte de que en muchas zonas bajas, a causa de la inundación de agua, no será posible entrar con maquinaria para realizar estos tratamientos con la debida rapidez y eficacia.

Asimismo, la organización agraria reclama a las distintas administraciones una serie de ayudas directas y medidas fiscales que permitan a los agricultores compensar parte de las pérdidas sufridas. Cabe recordar que en el cultivo de la vid el nivel de contratación del seguro no alcanza el 50% de la producción, por lo que insisten a la Administración en que haga una apuesta clara y decidida por los seguros agrarios.

La tormenta se introdujo en la Comunitat Valenciana por el Rincón de Ademuz y acabó llegando al mar a través de la Ribera y la Safor, comarcas donde la acumulación de precipitaciones osciló entre 15 y 50 litros por metro cuadrado acompañadas de abundante aparato eléctrico. Tanto en la mitad este de Utiel-Requena como en estas otras comarcas.