La variante sur de Pedralba será una realidad. Es una afirmación que llega tras casi 20 años de trabas administrativas y políticas para la construcción de esta carretera que sacará el tráfico pesado de camiones, grúas y tractores del casco urbano de la localidad serrana.

La vía CV-377 discurre por Pedralba, Bugarra y Gestalgar y recoge todo el transporte de productos mineros y alimentarios de canteras y cooperativas de esta zona del interior valenciano. Este tráfico ha colapsado durante años el centro de Pedralba que veía cómo quedaba inutilizada para el peatón una de las vías más emblemáticas de la localidad, la calle de la Acequia que deriva en la calle Colón. Por eso, los 1.200 metros contemplados en el proyecto de carreteras que financiará la Diputación de València, son un respiro para Pedralba.

La sorpresa ha sido mayúscula. La alcaldesa de Pedralba, Sandra Turégano, no daba crédito cuando la diputación le hizo saber que la conselleria de Agricultura aprobó el 30 de julio la prórroga de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), el último escollo que faltaba para poder comenzar las obras.

El proyecto de la carretera lo aprobó la Diputación de València en 2014 y poco después se licitaron y adjudicaron las obras por valor de 3 millones de euros. Además, el Consell, en febrero de 2016, a través de la portavoz y consellera de Igualdad, Mónica Oltra, anunció que se aprobaba la «urgente ocupación de los terrenos», es decir, la expropiación de los capos que lindan con el pueblo para construir la carretera. Sin embargo, el mismo día fue la Conselleria de Agricultura, entonces dirigida por Elena Cebrián, quien remitió una carta al presidente de la diputación, entonces Jorge Rodríguez, donde le instaba a «suspender temporalmente» la tramitación del proyecto. Aludieron que se iba a revisar el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Parc Natural del Túria.

Pese a que ya entonces la DIA era favorable, Medio Ambiente concluyó que su trazado tendría afectaciones sobre el entorno natural del Túria, por lo que se levantaron medidas cautelares que prohibían cualquier actuación durante 36 meses que ahora han caducado.

El nerviosismo del equipo de gobierno local, entonces dirigido por Roberto Serigó, venía dado porque la DIA tiene una validez de dos años prorrogables dos más. Se aprobó en 2015, por lo que el año pasado, siete meses antes de que expirara, la diputación de València, capitaneada por Toni Gaspar y el delegado de carreteras, Rafa García, pidieron la prórroga de la declaración. El día 30 de julio, Agricultura dio su visto bueno a esta prolongación del permiso, por lo que estará vigente hasta octubre de 2022.

Se trata de un proyecto capital para esta localidad y del que son conscientes todas las administraciones valencianas. El diputado popular Ximo Segarra preguntaba por el estado del proyecto en cada pleno de la diputación. Mientras, el presidente Toni Gaspar, aseguró en un pleno que el expediente de la variante sur «es uno de los tres que siempre están en mi mesa porque se resiste, tiene una complicación de hace mucho tiempo».

Turégano agradeció el apoyo de Gaspar y de Rafa García y se mostró más que satisfecha de poder mejorar la calidad de vida de los pedralbinos sacando la contaminación del centro.

«Queremos que sean los técnicos y no los políticos los que decidan»

La alcaldesa de Pedralba, Sandra Turégano, defendió ayer que al equipo de gobierno local (PP) no le importa el trazado de la carretera. «Eso serán los técnicos los que lo decidan. Nosotros no somos especialistas, no podemos opinar. Como si nos dicen que debe ir soterrada», señaló Turégano.

Las declaraciones llegan tras la firme oposición de la asociación En Defensa del Paisaje de Pedralba, quienes llevan años defendiendo la no destrucción de los campos al sur de Pedralba (la mayoría huertas en desuso) que lindan también con el río Túria. De hecho, esta asociación mantuvo en noviembre de 2019 una reunión con el vicepresidente segundo y conseller de Vivienda, Rubén Martínez Dalmau, la entonces directora general de coordinación institucional, Ángela Ballester, y el asesor de ambos, Julià Álvaro. El encuentro se produjo por la «falta de acción de la diputación para poner en marcha el estudio de un trazado alternativo a la variante», señaló la asociación. Además, recordaron que la administración provincial había reservado 45.000 euros de su presupuesto para estudiar una obra alternativa que no acabara con el medio natural de Pedralba. «Seguiremos llamando a todas las puertas para que la coherencia política triunfe», señalaron en un comunicado.

Lo cierto es que Julià Àlvaro, actual asesor del vicepresidente Dalmau, fue en la anterior legislatura secretario autonómico de Medio Ambiente con la entonces consellera Elena Cebrián y uno de los firmes opositores a la construcción de esta carretera tal y como está planeada.

Pese a que cuenta con el visto bueno del Consell, que expropió de urgencia estos terrenos para comenzar las obras, la conselleria de Agricultura paralizó las obras y levantó medidas cautelares para revisar el PORN del Parc Natural del Túria.