Puede que Montanejos rompa algunos de las últimos porcentajes de ocupación hotelera. Sobre todo, teniendo en cuenta que se sitúa en el interior de la provincia de Castelló y no en la costa; no tiene grandes hoteles ni alojamientos pequeños y no se encuentra ningún buffet entre sus restaurantes, todo alimentación local. Sin embargo, han llegado al 70 % de ocupación hotelera en un verano post pandemia que lleva a esta localidad a pasar de los 500 residentes censados a más de 2.000 que recorren hoy sus calles y entorno.

Esta explosión demográfica ha llevado al gobierno local a tomar ciertas medidas extra a las recomendadas por las autoridades para frenar la expansión de la covid-19. Entre ellas, la que más impacto ha tenido entre sus visitantes: acotar y limitar el aforo en todo el paraje La Fuente del Baño, seguramente el enclave más característico de la localidad.

En concreto, su alcalde, Miguel Sandalinos, explica que la corporación aprobó un plan de contingencia que dividió la zona entre partes, desde el Embalse de Arenós hasta La Alquería. La primera parte está destinada al turismo activo de empresas del sector con actividades acuáticas como el rafting. La segunda, en zona de playa, tiene control de aforo y se paga 3 euros para acceder excepto para los residentes o para los que pernoctan en la localidad. La tercera área delimitada es la que no tiene ninguna restricción pero los auxiliares contratados por la Generalitat hacen sus funciones de control de distancia de seguridad y uso de mascarilla.

El pago de la tasa es, en palabras del alcalde, «la medida más unánime que he tomado desde que salí elegido» con los empresarios locales todos de acuerdo. «Los vecinos y vecinas, en estos momentos tan problemáticos, se les posibilita que puedan disfrutar de la playa continental con las medidas de seguridad. Si no cobráramos entrada ni controláramos el aforo con la gente que viene aquí cada año, tendríamos alguna desgracia», lamenta.

Hasta ahora, Montanejos puede decir que no ha tenido ningún caso de covid-19 en su municipio. Es relevante por ser un lugar receptor de turistas y para tratar de seguir en las cifras a 0, Sandalinos explica que se han tomado otras medidas como peatonalizar todo el centro para que los bares puedan esparcir sus terrazas con libertad y mantengan los 2 metros entre las mesas y sus clientela.

Además, todos los eventos se están celebrando en los jardines de Villa Purificación, una casa de recreo de principios de siglo XX que se ha rehabilitado para acoger todo tipo de eventos, como es el caso: aquí se está organizando el cine de verano y todo tipo de actividades para los niños y niñas porque se puede controlar también el aforo.