Las personas con alguna discapacidad física o con diversidad funcional tienen hoy una barrera menos de las millones que aún quedan por quitar. El viernes pasado, por primera vez, una silla de ruedas llegó a la alto de El Torrejón, el yacimiento íbero de Gàtova.

La perseverancia del ayuntamiento por acercar el patrimonio cultural a todos los públicos ha comenzado a dar sus frutos y los trabajos sobre el terreno para facilitar los accesos se vieron culminados el viernes.

La empresa Turismo Adaptado V3, especializada en la oferta turística para personas con movilidad reducida, llevó hasta allí una «silla oruga OnTrack», un vehículo motorizado con un sistema similar al de los tanques. Un conjunto de eslabones modulares permiten a la silla adaptarse a todo tipo de terrenos y salvar irregularidades que pudieran aparecer.

Según el alcalde, Manolo Martínez, «esta proeza hubiera sido impensable en 2017, cuando Gàtova entró a formar parte de la Ruta dels Ibers, coordinada por el Museu de Prehistòria de València». «Desde entonces, gracias a que la Diputación de València subvenciona este servicio, se ofrece de manera gratuita visitas guiadas al Torrejón», señaló el alcalde, quien aseguró que el reto ahora es «convertir Gàtova en un pueblo accesible para todos».

Ahora, dentro de estas visitas guiadas y gracias al servicio de Turismo Adaptado V3, podrán disfrutar de esas visitas personas con movilidad reducida.