Viajar en el tiempo a 1492 en primera persona ya es posible en Sagunt gracias a una creativa gincana que, además de dejar buenos ratos mientras se aprende sobre el paseo hebreo de la ciudad, permite ponerse en la piel de aquellas familias locales que, de repente, un día se vieron obligadas a salir de su país e ingeniárselas para no perderlo todo.

Pensada para pequeños y mayores, la iniciativa, pionera en España, se ha estrenado con éxito en Sagunt, por más que el coronavirus obligue a hacerla con mascarilla y todas las precauciones.

El reto consiste en dividirse en pequeños grupos y transformarse en uno de aquellos linajes que, en 1492, se encontraron con la orden de los Reyes Católicos que el 31 de marzo dio cuatro meses a los judíos para abandonar los reinos de Castilla y Aragón. La idea es que los participantes vayan pasando pruebas, mientras consiguen lo que entonces era más valorado que nada: una letra de cambio que les permitía recuperar su dinero una vez hubiesen llegado a un lugar seguro, después de tener que vender a cualquier precio todas sus posesiones pues tenían prohibido salir de España con oro, joyas, moneda acuñada, armas y caballos.

Para conseguir este documento, los participantes cuentan con el «hatillo del exilio», una bolsa dotada con todo lo necesario para lograr su misión: desde una cuerda a un mapa de Sagunt, una bolsa de tela cerrada con un candado, un espejo, un criptograma o un pergamino, además de un texto sobre la historia de los judíos de la ciudad.

El guía turístico que da forma a toda esta aventura, Amir Ciro Ezzatvar de Llago, tiene claro que esta propuesta permite vivencias que van algo más allá de las visitas guiadas que ofrece él mismo desde hace años en la empresa Quiero Cultura, ya sea de día, de noche o incluso de forma teatralizada. «La gente se involucra más y aprende mucho, mientras pasa un buen rato con la familia y amigos. Ahora hemos condensado la gincana en tres horas, pero inicialmente está pensada para prolongarse todo un día entero, a lo largo de 6 horas», explicaba tras reconocer que este proyecto fue impulsado desde la Red de Juderías de España y él ha sido el primer guía que lo ha llevarlo a la práctica «con ayuda del Ayuntamiento de Sagunt, que aprobó mi propuesta y la incluyó dentro de la oferta turística que ha preparado este verano», decía.

Pioneros a nivel nacional

La actividad, como apuntaban en el consistorio, ha llegado para quedarse y así reforzar la oferta de «experiencias» que brinda la ciudad con una propuesta pionera a nivel estatal. «Estamos muy orgullosos de ser los primeros en lanzar un producto así, que refuerza nuestros atractivos», aseguraba la edil de Turismo, Natalia Antonino, además de recordar que hay programadas otras dos gincanas los días 17 y 24.

Esta firme apuesta por poner en valor el legado hebreo, más allá del patrimonio que posee de esa época, no ha pasado desapercibida en la Red de Juderías de España, donde apenas lleva un año.

Como apuntaba a Levante-EMV su gerente, Marta Puig, «Sagunt no sólo conserva una de las juderías más importantes de Valencia y elementos constructivos únicos. Estamos encontrando muy buena acogida a nuestras iniciativas, tanto en el ayuntamiento como a nivel privado», decía tras admitir que «no se ha notado» que la alcaldía ha pasado a Darío Moreno de manos de Quico Fernández.

En este camino por recuperar el pasado judío, la ciudad ya tiene claro cómo seguir avanzando, pues este otoño sus hosteleros aceptarán otra oferta de la Red y se formarán para ofrecer menús sefardíes; unos platos, sin duda, como los que en su día prepararon los judíos de Sagunt antes de la cruel expulsión de 1492.