Los deportes acuáticos cogen músculo en pleno verano, a pesar de que se pueden practicar a lo largo de todo el año. Por ejemplo, la playa de Rafalell i Vistabella, entre Alboraia y la Pobla de Farnals, es un sitio ideal para practicar deportes como surf, wakeboard, kitesurf, la vela o las motos acuáticas. Pero estas prácticas tan apasionantes, que enganchan por la propia adrenalina de alzar el vuelo por las olas encima de la tabla, puede ser perjudicial para nuestras extremidades, según informan expertos valencianos. Las extremidades inferiores, con un casi un 50 % de casos, es la zona que más acusa las lesiones en los deportes acuáticos y se traducen en esguinces de tobillo, distensión de ligamentos o fracturas en piernas y dedos, además de contusiones óseas y heridas y las lesiones de ligamentos cruzados y menisco.

En las extremidades superiores, con un 20% de casos, los problemas más cotidianos son luxaciones de hombro, el llamado codo de tenista o "epicondilitis" y luxaciones del pulgar. A ellos hay que sumar los latigazos cervicales que pueden producir las caídas y las contractura dorales o pectorales. Las rodillas y los tobillos son las articulaciones que más se resienten por el esfuerzo y por el tipo de movimiento que hay que realizar. Según ha explicado el especialista, "si no estamos preparados físicamente podemos sufrir lesiones de hombro, codo y muñeca o latigazos cervicales".

En ese sentido, para poder evitar estas lesiones, el traumatólogo de Vithas Castelló y Vithas València Consuelo, el doctor Jose Nebot, ha advertido de la necesidad de "estar en muy buena forma física para practicar deportes como el windsurf, el surf, la vela o las motos acuáticas".

"Lo más probable es que se sufra algún tipo de lesión, contusión, golpe o torcedura; sin embargo, a nivel de miembro superior, el hombro, que es la articulación del organismo que tiene más movilidad, se puede luxar con cierta facilidad", ha señalado.

Según el profesional, "las caídas bruscas en el agua y en el caso del surf y todas sus variantes, al tener los pies fijados a la tabla, implica poder sufrir lesiones en el tobillo si los ligamentos no están fuertes, además de esguinces de tobillo, distensión de ligamentos, fracturas (articulación de Lisfranc), contusiones óseas y heridas, condropatía rotulianas (rodilla o meniscopatía".

El doctor ha agregado que, "por otro lado, los cortes, las quemaduras u otros tipos de fricción al entrar en contacto con la tabla o con el agua pueden provocarnos daño".

Cómo prevenir las lesiones en el agua

Los expertos de Vithas aconsejan, en primer lugar, realizar un calentamiento previo es clave para que las extremidades y musculatura ganen en flexibilidad: "De este modo, la musculatura y las articulaciones se irán adaptando al ejercicio que vamos a realizar después, y una vez terminada la práctica deportiva se deben realizar estiramientos para evitar contracturas y calambres ya que una articulación cargada puede llevar a lesiones".

Por eso, es importante tener una buena preparación física y según el doctor Nebot, "la resistencia cardiovascular y muscular se debe practicar a lo largo de todo el año. Hacer ejercicio aérobico y anaeróbico para ir cogiendo fondo y forma física al igual que reforzar la zona abdominal y lumbar y practicar la natación para reaccionar con buenas técnicas de nado ante una situación peligrosa".

La equipación necesaria para la práctica de los deportes acuáticos también es un factor a tener en cuenta. Según el profesional, "los chalecos salvavidas, trajes de neopreno, cascos, arneses, guantes y aletas, siempre homologados y en buen estado, ayudan a evitar lesiones".

Por último, el especialista ha llamado al sentido común para que el deportista "evite entrar en áreas peligrosas y nunca realizar este tipo de actividades cuando no existan las condiciones óptimas para hacerlo".

La emoción sobre las olas del mar llega cuando hay buen oleaje, pero esa fuerza del mar puede ser muy peligrosa si uno cae de la tabla. Por eso, para disfrutar, hay que hacer caso a las recomendaciones de los expertos.