Cuando allá por el mes de diciembre empezaron a llegar noticias de un nuevo virus que estaba causando estragos en China nadie imaginaba que nueve meses después habría puesto patas arriba la vida de millones de personas. Pese a que hubo unas semanas de relajación, casi nadie vive tranquilo. Y es que, día a día, el número de nuevos contagios suponen un auténtico mazazo.

En esta situación, y sumando la incertidumbre que durante semanas ha planeado sobre los protocolos de la vuelta al cole, no es de extrañar que muchas familias hayan decido que los más pequeños, aquellos que aún no tienen obligación de ir al colegio, pasen este curso sin acudir a ningún centro educativo.

Esa tendencia se ha hecho evidente en las matriculaciones de las «escoletes» infantiles de Gandia. Actualmente, el plazo de inscripción está cerrado y en los siete centros de la ciudad hay un total de 387 niños y niñas matriculados de un total de 516 plazas que oferta. Eso supone 75% de la capacidad total de la red de centros públicos de educación infantil más importante de toda la Comunitat Valenciana, lo que se traduce, a su vez, en un 25% de plazas libres a pocos días de empezar el curso.

El año pasado por estas mismas fechas, el ayuntamiento informaba en rueda de prensa que las plazas estaban ocupadas al 95% de la oferta total, con 439 niños y niñas de 0 a 3 años inscritos en los diferentes centros. De cara al curso 2020-2021, por tanto, la matriculación ha caído un 12%.

Según las cifras de la Concejalía de Educación a las que ha tenido acceso Levante-EMV, de 0 a 1 años hay solo 43 alumnos y alumnas matriculados en toda la red, 108 de entre 1 y 2 años y 236 aquellos que pertenecen al nivel de 2 a 3 años. Además, hay centros en los que las nuevas matriculaciones son muy bajas. En el caso del del Grau, por ejemplo, no hay ninguna inscripción de 0 a 1 años, mientras que en la del Raval solo hay tres.

La edila Carmen Fuster explicaba que, aunque el plazo ya se cerró hace unas semanas, aún existe la posibilidad de que el número de matriculados aumente «porque hay familias que presentaron la documentación fuera de plazo», explicaba la edila. Para ello, se tendrá que convocar una comisión de escolarización que estudiará la situación y abrirá la matrícula de manera extraordinaria para inscribir al alumnado de cara al próximo curso. Pese a la reducción del número de alumnos y alumnas, Fuster indicó que el ayuntamiento mantendrá el número de trabajadoras que ya estaban contratadas el curso pasado, por lo que, al menos, la situación no tendrá un efecto laboral.