La Guardia Civil remitirá a la Fiscalía de Medio Ambiente la denuncia interpuesta por la familia de Lila, una perra que se perdió en Calicanto el viernes 19 y que murió al día siguiente cuando fue recogida por la empresa Serproanimal, el centro subcontratado por el Ayuntamiento de Chiva para la recogida de animales abandonados y perdidos. Tras dos semanas de denuncia pública, la familia sigue sin recuperar el cuerpo de Lila, que murió en algún momento desde que fue recogida en Calicanto y fue trasladada a Vinarós, donde se ubica la sede de la empresa.

La Fiscalía decidirá ahora si abre diligencias en esta causa que tantos interrogantes mantiene todavía. Ayer, la abogada especialista en derecho animal que está llevando el pleito confirmó que no saben dónde esta el cuerpo del animal. En uno de los múltiples contactos entre la familia y Serproanimal, su representante, Álex Membrado, apuntó que a la perra la llevaron a un centro que tienen en Camp de Túria, según explicó la familia.

Sin embargo, el propio Membrado emitió ayer un comunicado donde se defendía de todas las acusaciones vertidas por la familia durante dos semanas y no mencionaba que la perra hubiera sido trasladada a un centro de Camp de Túria. Por el contrario, en la misiva asegura que el cuerpo de Lila se encuentra en Vinarós «a disposición de las autoridades municipales competentes o de más altas instancias si fuera el caso, para que si lo considera oportuno puedan practicar necropsia que determine la causa del deceso».

En la misiva, Membrado responsabiliza a la Policía Local de Chiva de no haber localizado a la familia una vez Serproanimal no pudo contactar con ellos porque el microchip del animal no funcionaba, según la versión del representante de la empresa.

En el comunicado, Membrado no desvela qué le sucedió al animal ni dónde falleció, pero justifica que su muerte pueda deberse a su elevada edad, 14 años, y al «proceso traumático» que sufrió por «abandono o pérdida».