Cuando uno habla con su abuela, habitualmente sus frases comienzan con un adverbio: «Pues antes...». A partir de ahí, la mujer encuentra un recuerdo en su memoria sobre cómo algo era antes, en su época, pero ya en su memoria. Rescatar esos «antes» ha sido la misión de la Mancomunidad de La Serranía, quien a través de la Agente de Igualdad, ha convocado un concurso por el Día de la Mujer Rural que tiene como misión rescatar fotografías antiguas de las mujeres rurales en sus entornos: en qué trabajaban, cómo lo hacían o qué tradiciones tenían. Cualquier archivo gráfico que visibilice el papel de la mujer en estos pueblos serranos hasta 1990. Ha sido un éxito.

La propia agente de igualdad, Jennifer Rodríguez, reconoce que costó movilizar a hombres y mujeres para que rebuscaran en sus álbumes familiares. «Ahora, el interés no es tanto presentar la fotografía y ganar un premio simbólico. Una vecina de 80 años de Gestalgar me dijo que le había parecido muy buena idea la iniciativa porque quería que se contara la cultura y la tradición de los pueblos», explica Rodríguez.La acción nace con la voluntad de no implicar presencialmente a nadie por riesgo al contagio, por lo que se pensó en una actividad que no hubiera que compartir espacios, como sí hicieron el año pasado con acciones itinerantes por todos los pueblos de Los Serranos.

«Dando de comer a las gallinas» en 1956, en Losa del Obispo | AMPARO PÉREZ

Hasta ahora, las fotografías varían entre mujeres pasando la trilla, alimentando animales, limpiando la ropa en el lavadero municipal, reforestando o llevando a la Virgen de la Peña el primer sábado de agosto, una acción solo permitida a las mujeres. Escenas de los antepasados de los participantes y que se debe visibilizar. Como explica Rodríguez, «a las mujeres de los pueblos siempre se les ha inculcado que sus cosas no tienen valor, son viejas, están obsoletas. Hay que demostrarles que no es así y que su patrimonio es la mejor academia que las mujeres jóvenes en los pueblos podemos tener», sentencia.

Traslado de la Virgen de la Peña en Gestalgar. | JOSEFINA HERRÁEZ

De hecho, la agente explica que esa es la labor que las mujeres rurales deberían tener hoy, «rescatar la sabiduría de nuestras ancestras» porque son una buena escuela. Cuando hoy se habla de sororidad, tal vez la palabra sea nueva, pero no el concepto. En todas las fotografías, explica Rodríguez, «aparecen mujeres en comunidad. Llevaban siglos cuidado entre ellas: mientras una le daba el pecho a su hijo, en la otra teta tenía al de su vecina que había fallecido». «Lo mejor es rescatar esa cultura y hacerles saber que no son cosas de viejas: son valores para difundir», concluye Rodríguez.