El actor Javier Cámara rasguea una guitarra en un campo de olivos en el que crece, silvestre, el hinojo. Se adivina la silueta del Montgó. «Hace tiempo que buscaba una guitarra», confiesa.

Así comienza el cortometraje que ha rodado Juno Media para Guitarras Bros, el taller de lutería de Gata de Gorgos de las guitarras con duende y leyenda. Con una de ellas Amy Winehouse compuso «Back to black», álbum ganador de cinco premios Grammy.

El actor se sincera. La guitarra toca las cuerdas del alma. Ya decía Federico García Lorca que era «imposible callarla». Javier Cámara habla de su padre, que era saxofonista, y de su madre, que cantaba en un coro y las canciones de la radio. Su padre salía de gira todos los veranos «a ganarse el pan que cualquier tormenta de verano había destrozado en sus campos».

El intérprete rememora. Y las imágenes son ya del taller de Guitarras Bros. Los hermanos Broseta han seguido la tradición de sus abuelos y de su padre, Francisco, que fue el que decidió que cada guitarra era un mundo. La fabricación es absolutamente artesanal. «La casualidad me trajo aquí. Que yo acabe en esta fábrica de guitarras ha significado encontrarme de repente a mi mismo», dice Javier Cámara, que revela que la guitarra que los hermanos Broseta han creado para él es «mestiza» y «mágica». «La tapa maciza es de madera de pino abeto alemán cortada en luna menguante», se maravilla el protagonista de «Vivir es fácil con los ojos cerrados», la beatleliana película de David Trueba.

El actor destaca el «mimo y cuidado» con el que se trabaja aquí la madera y se ensamblan las piezas de la guitarra. El corto muestra a los hermanos anudando con cuerdas naturales los instrumentos. Todo es artesanal. Un ritual. Javier Cámara afirma que con su guitarra transmitirá a sus hijos la música de su vida.